El proceso para el traslado de Marquitos, detenido en Sao Paulo, se ha retrasado porque debe hacerse bajo el formato de extradición y no de deportación, atendiendo a la legislación brasileña, que establece que esta no aplica en el caso de circulares rojas como la que se emitió, explicaron en la Cancillería.
Fuentes judiciales confirmaron a Efe que la solicitud de extradición, que tiene un máximo de 60 días para formalizarse, está en manos de Fiscalía.
Cuando se complete en esa instancia, el trámite deberá pasar al Ministerio de Justicia y, finalmente, a la Cancillería, que será la encargada de finalizar el proceso diplomático ante Brasil.
Marquitos, de 47 años, es reclamado por la Justicia colombiana por un centenar de homicidios y vínculos con grupos al margen de la ley, tras convertirse en el terror en La Guajira.
Su arresto se produjo en un operativo de las Policías de Brasil y Colombia en Boa Vista, capital del amazónico estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, donde residía desde hacía tres meses en una lujosa residencia junto a varios familiares.
El esquivo narco, que jamás habló personalmente a través de teléfono móvil, fue localizado gracias a las escuchas telefónicas realizadas a sus ocho mujeres, que viven en la frontera entre Colombia y Venezuela.
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