La multinacional, presente en más de 130 países, anunció el nombramiento como director general de Patrick Pouyanné, hasta ahora al frente de la rama de Refino y Química, y de Thierry Desmarest como presidente, confirmando lo adelantado por una fuente sindical.
El grupo precisó que a finales de 2015, Pouyanné asumirá como presidente director general (PDG), las dos funciones que ostentaba Margerie. Desmarest, predecesor del difunto y hasta ahora presidente de honor, habrá cumplido para entonces 70 años, edad fijada como límite en la empresa.
La decisión se tomó por unanimidad en un consejo de administración excepcional celebrado en la mañana de este miércoles a las afueras de París, para dilucidar quién toma las riendas de la mayor empresa francesa por beneficios y ventas.
La compañía cumplió con la tradición de nombrar a alguien de la casa para dirigir el grupo petrolero, dotado de 100.000 empleados y que en 2013 tuvo un volumen de negocios de 189.500 millones de euros.
Los dos directivos deberán afrontar ahora el desafío de un menor crecimiento de la producción de hidrocarburos, una crisis del refino en Europa y los atrasos acumulados en el desarrollo de ciertos proyectos.
- Continúa la investigación -
El grupo ya se está preparando para esa nueva situación y en septiembre anunció un plan de reducción de costes e inversiones, así como una revisión a la baja de sus objetivos de producción para 2017.
Margerie, de 63 años, casado y padre de tres hijos, será inhumado en una ceremonia íntima en Normandía, en el noroeste de Francia. Previamente, habrá una misa en París.
En Moscú, mientras tanto, el servicio ruso MAK y la oficina francesa de aviación civil BEA seguían investigando las causas del accidente que le costó la vida al directivo y a los tres tripulantes del Falcon-50 en el aeropuerto de Vnoukovo. La oficina MAK anunció que empezó este miércoles a analizar las cajas negras.
El conductor de la máquina quitanieves que chocó contra el avión de Margerie, Vladimir Martinenko, dijo que se desorientó y que no se había dado cuenta de que había entrado en la pista de despegue. Tampoco escuchó acercarse al avión, según un vídeo de su interrogatorio difundido este miércoles.
Por otro lado, la fiscalía de París abrió el martes una investigación por "homicidios involuntarios".
En un primer momento, el comité de investigación ruso habló de "un error de los controladores aéreos" y del conductor de la máquina quitanieves, que "se encontraba en estado de ebriedad". También mencionó "las malas condiciones meteorológicas y un error de pilotaje". El abogado de Martinenko desmintió en un primer momento que su cliente hubiera bebido, pues sufre de una afección cardíaca, pero luego dijo que podría haberse tomado un medicamento que contiene unas gotas de alcohol.
El operario, de 60 años, se encuentra en detención provisional de 48 horas y este miércoles declarará ante la justicia.
| FUENTE: http://www.swissinfo.ch |
