La madre de la reina de belleza, Teresa de Jesús Muñoz y su Hermana mayor, Corina Alvarado Muñoz, esperan llenar la aplicación de asilo político en los Estados Unidos, esta semana.
Las dos hermanas cuyos cuerpos fueron encontrados el jueves asesinadas con 22 balazos, supuestamente por el notable narcotraficante, Plutarco Antonio Ruiz, de 32 años.
En una entrevista exclusiva, madre e hija expresaron su temor de que el violento Ruiz tome represalias enviando a su pandilla, por ellas, si, como se espera, él es transferido a una prisión de alta seguridad, después de su primera comparecencia mañana en la corte.
Ruiz, quien estuvo involucrado sentimentalmente con Sofía, es un temido traficante de drogas, en el pueblo de origen de la familia, Santa Bárbara, al norte de Honduras, según la policía
Ajustes de cuentas con amenazas y la violencia, han originado, según rumores, innumerables delitos, por parte de Ruiz, ligado a varios asesinatos y desapariciones en la ciudad pobre del país, según la policía local.
Corina, de 26 años, única hija restante de la señora Muñoz, dijo: “Tenemos que salir del país porque no estamos seguros de lo que podría suceder, si nos quedamos. Ya no estamos seguras y ahora estamos temiendo por nuestras propias vidas. ”
La revelación vino luego que se conoció que Ruiz está siendo investigado por la Agencia de Control de Drogas estadounidense (DEA), debido a que después del macabro asesinato, han salido a la luz sus supuestos vínculos con el tráfico internacional de narcóticos.
Acuerdos entre los dos países, podrían permitir la extradición de Ruiz, quien enfrentaría cargos por tráfico de drogas en los Estados Unidos, una vez que cumpla la condena que se le imponga, en su país natal.
Santa Bárbara es una de las ciudades principales que cuenta con un corredor importante para el transporte de estupefacientes a través de Guatemala y México, hacia los Estados Unidos.
Una fuente cercana a la policía de investigación dijo al MailOnline: “Todo mundo en el pueblo sabe desde hace tiempo que Ruiz es un traficante de drogas, pero ahora debido a la publicidad que ha rodeado el crimen de Miss Honduras, él también está bajo el radar de la DEA.
“Ellos se encuentran en Honduras acompañados por elementos de la DLCN (Departamento de Lucha Contra el Narcotráfico) investigando sus actividades en Honduras”.
El peligroso mundo en el cual la señora Muñoz y su hija se encuentran inmersas, repentinamente fue evidente en su modesta casa, ubicada sobre un camino polvoriento en las afueras de Santa Bárbara.
Fuera de la casa de ladrillo de un solo piso, alcanzado por un camino de tablones rotos más de un patio delantero fangoso, dos policías nacionales civiles y otro equipo de policías militares montaron guardia.
Dentro de la casa, fotos y otros recuerdos de las dos hijas de la señora Muñoz que fueron enterradas el viernes, adornaban las paredes y mesas.
Ojeando varios álbumes llenos de fotos, la señora Muñoz sonrió al recordar gratos momentos que pasó con sus dos hijas menores a medida que crecían.
Pero mientras hablaba de la hija más joven, María José, decía que era “amable, atenta y obediente”, las lágrimas brotaron de sus ojos, mientras hablaba de la “rebeldía” de Sofía, que, con el tiempo, trajo la tragedia sobre su familia y arrojaron sus vidas en el caos.
Ella dijo: la perdono por llevar a María José a su muerte. Ella no era una mala persona, pero era ingenua y confiaba y escuchaba más a sus amigos que a su familia.
“Yo quisiera que ella hubiera escuchado mi consejo. Mis hijas estarían vivas y no tendríamos miedo de nuestras vidas. Todo mundo que la quería le advirtió que esto terminaría mal..”
Sobre la relación de Sofía con Ruiz, la madre explicó, que no era la primera vez que la joven ignoraba el consejo de la familia.
Comentó que hace ocho meses, mataron al hombre con el cual ella (Sofía) había estado viviendo por casi un año. Lesvin Fernandez, fue ultimado violentamente, de acuerdo a su familia.
La señora Muñoz declaró que la pareja se conoció en una feria del pueblo: Ella tenía 18 años y el 29. El acababa de abandonar a su esposa y era un borracho. Primero ella se negó, pero fue tan persistente que termino saliendo con él.
“Le dije que no era adecuado para ella, que era demasiado viejo y que no era una buena persona, pero ella no me escuchó. Empezaron a salir en secreto”.
La señora Muñoz agregó que siempre estaba preocupada por la “imprudente” Sofía, que a diferencia de su hermana menor, estaba más interesada en la fiesta, que en concentrarse en sus estudios y se podría convertir en un obstáculo para el éxito de María José como modelo y reina de belleza.
Ella señaló: “Una vez, cuando las dos niñas eran pequeñas, que estaban viendo el concurso de Miss Mundo en televisión juntas. María José se volvió hacia nosotros y dijo, “un día voy a estar allí “. Sofía respondió, “nunca lo lograrás, eres demasiado tímida”.
“Pero María José demostró que su hermana estaba equivocada, a pesar de que seguía siendo tímida, y no le gustaba ser el centro de atención. Sofía era todo lo contrario, pero hizo las decisiones equivocadas y se metió en problemas. ”
Recordó que cuando Sofía, de 17 años, llevó a su hermana de 13 años de edad, a una discoteca a espaldas de su madre. Ella dijo: “Yo estaba furiosa cuando me enteré. Le senté y le dije que tenía que cuidar de su hermana, no ponerla en peligro. “.
En la Universidad Técnica de Honduras en Santa Bárbara, donde María José estaba estudiando para un diploma en comunicaciones, el vice-director José Luis Mejía, manifestó que la reina de belleza era lo contrario de su hermana.
Él indicó: “Ella llegaba a la escuela, tomaba sus clases con diligencia, y luego tomaba un taxi a casa. Ella ni siquiera se quedaba a socializar.
“Sus compañeros de clase estaban bastante sorprendidos porque ella fue Miss Honduras, en representación del país, sin embargo, actuaba como si no era nadie especial y no estaba rodeada de un séquito como se podría esperar”.
“Su hermana era diferente, sin embargo. Ella siempre estaba rodeado de la gente equivocada, la gente en la ciudad, con la cual las chicas buenas no se involucran”.
Su profesor de estudios de informática, Erika Delattibodier, dijo que, después de ganar el concurso de Miss Honduras, María José se encontró bajo presión por las frecuentes reuniones sociales.
Ella expresó: “La persona a cargo de Miss Honduras le aconsejó que tenía que ser vista más, y de mala gana ella empezó a ir a fiestas y discotecas. No le gustaba, sin embargo. Si no se hubiera ganado el título, ella no habría sentido ninguna obligación de hacer estas cosas”.
La señora Muñoz dijo cómo otra tragedia familiar afectó profundamente a las chicas, cuando su padre Oscar fue diagnosticado con cáncer de estómago en 2012, y murió sólo seis meses más tarde.”
Una vez sola para criar a tres hijas, la señora Muñoz comenzó a perder el control sobre Sofía, que comenzó a salir con más frecuencia y a permanecer lejos de casa por más tiempo – a veces llevando a María José con ella.
“Sofía nunca quiso decirme con quién o donde ella estaba. Ella nunca contestaba el teléfono cuando la llamaba, no respondía a mis mensajes de texto”. La señora Muñoz, una mormona devota, comenzó a llevar a las niñas a los servicios en su iglesia y estaba encantada cuando ambas fueron bautizadas en la fe; al final del año pasado.
Pero no hizo que Sofía, ahora una profesora calificada, frenara sus fiestas o relaciones peligrosas.
Juan Francisco López, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Santa Bárbara, dijo que la señora Muñoz preguntó varias veces y buscó ayuda para su hija descarriada.
“Ella era el garbanzo negro de la familia. Hubo un momento en que su madre pidió ayuda a las hermanas de la iglesia, que trataron de hablar con Sofía a causa de la compañía que ella estaba manteniendo. Ella había dejado de ir a la iglesia”.
“Hicimos todo lo posible para convencerla de volver al camino correcto. Pero ella tiene libre albedrío y no podemos obligarla a cambiar. Su madre hizo todo lo posible para ayudarla”
“Si hubiera hecho caso a nuestras palabras y a las enseñanzas de su madre y la iglesia, creo que probablemente ella y su hermana todavía estarían vivas”.
Era septiembre de este año, cuando Sofía se reunió con Plutarco Ruiz, conocido por su apodo de “Paco”.
Cuando la señora Muñoz descubrió que él estaba viendo a su hija, ella le pregunto a una amiga que vivía en el mismo pueblo que él, San Vicente; lo que sabía acerca de su familia.
“Ella me dijo que eran conocidos como una familia de narcotráfico, que eran personas violentas, y que su padre y su hermano habían sido asesinados a causa de su participación en carteles de la droga”.
“Y ella dijo que su hermano era un mujeriego que había embarazado muchas niñas en el pueblo y que Paco no fue diferente”.
“Me senté con Sofía y le dije lo que mi amiga me había dicho, y ella se sorprendió al escuchar eso. Le dije que tenía que romper la relación, porque era una persona peligrosa que tenía que hacerlo poco a poco para evitar cualquier problema. Esta vez ella me escuchó y estuvo de acuerdo conmigo”.
Un mes más tarde se enteró Sofía que Ruiz había embarazado una joven de 17 años de edad en su pueblo y él le dijo que había accedido a cuidar de ella y el bebé.
La señora Muñoz recordó: “Se acordó de mi consejo y terminó su relación, diciéndole que debía concentrarse en su nueva familia. Funcionó y pasaba un mes sin tener cualquier contacto. Sinceramente creía que su relación había terminado”.
Pero en los días previos a la fiesta de cumpleaños fatídico donde las dos hermanas perdieron la vida, Ruiz comenzó a llamar y enviar mensajes de texto a Sofía de nuevo, prometiendo que iba a cambiar y con ganas de reavivar su romance.
“Recuerdo haber oído a María José diciéndole que no cayera en la trampa de nuevo, que debía olvidarse de él”, dijo la señora Muñoz. Finalmente convenció a Sofía de ir a su fiesta de cumpleaños e incluso la convenció para hornear su pastel.
“El día antes de la fiesta, que estaba horneando su pastel aquí en casa, le preocupaba que no le gustaría. María José le dijo que si él realmente la amaba como él dijo que le gustaría el pastel, como quedara. ”
A las 10 de la mañana del jueves 13 de noviembre “Paco” pasó por su casa y llevo a Sofía a su fiesta o, en un balneario en las montañas en las afueras de Santa Bárbara. Era la primera vez que lo había visto desde que rompió con él, un mes antes.
A las 7 de la noche, otro coche fue enviado a recoger a María José, que había accedido a reunirse con su hermana por las festividades de la noche. Como siempre lo hacía, ella besó a su madre, abrió la puerta y caminó a lo largo de la ruta de acceso a la carretera.
Fue la última vez que Teresa de Jesús Muñoz vería a sus hijas con vida.(Tomado de Daily Mail, Inglaterra)
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