El gobernador de Puerto Rico anunció que Puerto Rico está en bancarrota. Ricardo Roselló, el gobernador demócrata de Puerto Rico, anunció este miércoles 3 de mayo, que Puerto Rico, el estado “asociado” de los Estados Unidos está quebrado y debe reestructurar su deuda, ascendente a más de 73.000 millones de dólares. La isla vive una grave crisis económica, su tasa de pobreza ronda el 45 por ciento y el nivel de desempleo está cercano al 12%, doblando la tasa promedio de Estados Unidos.La incertidumbre que impera en Puerto Rico por esta bancarrota, la mayor en la historia del mercado de deuda local de Estados Unidos, se ha extendido al mercado de los bonos municipales, la herramienta de financiamiento al que apelan los gobiernos locales; esta situación ha provocado una fuerte caída en las valoraciones de este instrumento financiero.
Esta dramática situación financiera genera procesos complejos, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos deberá nombrar a un juez federal que supervise el caso y quien decidirá cómo y cuáles bienes públicos tendrán que ser distribuidos a inversionistas de bonos, para ello requerirá de la aprobación de la Junta Federal de Control, creada por el Congreso norteamericano el año pasado para supervisar las finanzas de la isla.
La decisión de resolver en las cortes, una porción de la deuda, es la mayor gestión hecha por un gobierno en Estados Unidos para protegerse de sus acreedores. No se sabe cuánto tomará el proceso, aunque funcionarios y analistas locales piensan que un lapso no menor a cuatro años será requerido.
Lo que se ha advertido es que adicional a los procesos de privatización, se establecerán impuestos más elevados, habrán recortes en las prestaciones sociales , congelación de las nóminas y se definirán tarifas, más elevadas, para los precios de los servicios y se eliminarán los subsidios a los sectores sociales más deprimidos.
Puerto Rico que cuenta con una población de 3,4 millones de habitantes, tiene una alta propensión a la emigración, casi 450.000 personas quienes han salido hacía los Estados Unidos en el último decenio, intentando escapar de la crisis y en procura de mejores condiciones de vida.
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