El joven de nacionalidad china Ding Ding nació con una parálisis cerebral en 1988 y los médicos que le trataron no vacilaron cuando aseguraron a los padres que ocuparse de él sería “inutil”. El padre del pequeño, de acuerdo con la opinión de los doctores, quiso rendirse pero la madre nunca lo hizo.
Hongyan se divorció de su marido y se volcó por completo en la educación de Ding Ding
Hongyan se divorció de su marido y se volcó completamente en la educación de Ding Ding. Durante años mantuvo varios trabajos para que su hijo accediera a los mejores tratamientos y terapias de rehabilitación. Aprendió, de manera autodidacta, como estimular la inteligencia del pequeño a través de juegos y puzzles. Dedicó todos sus ahorros a que su hijo pudiera acceder a las mejores escuelas.
“Yo no quería que se sintiera avergonzado por este problema. Y ya que tenía capacidades inferiores en muchas áreas, adopté una actitud estricta con él y trabajé duro para que se pusiera al día en aquello en lo que tenía más dificultades”, explica Hongyan en una entrevista en el South China Morning Post.
Ahora, 29 años más tarde, la persistencia de esta madre, y el esfuerzo de su hijo, han dado por fin sus frutos. Ding Ding se graduó en 2011 en Ciencias Ambientales e Ingeniería por la Universidad de Pekín y tras dos años de trabajo se ha licenciado en la University’s International Law School con un master en derecho. En la actualidad, el joven Ding Ding estudia Derecho en Harvard y delante suyo se abre un abanico infinito de oportunidades y posibilidades, todo gracias a una madre que no se rinde.
Ding Ding se graduó en 2011 de la Universidad de Pekín y antes de entrar en Harvard estudió un master de derecho en la University’s International Law School
FUENTE: Con información de Agencias - http://www.lavanguardia.com