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lunes, 21 de agosto de 2017

(Cataluña - España) El imán de Ripoll se alojó en 2016 en Vilvoorde, foco del yihadismo belga

Las redes del yihadismo recorren Europa. Abdel Baki Essati, el imán sospechoso de radicalizar a los autores de los ataques de Barcelona y Cambrils, residió un tiempo a las afueras de Bruselas. “Definitivamente, estuvo aquí de enero a marzo del año pasado”, ha confirmado Hans Bonte, alcalde de la localidad de Vilvoorde, situada apenas a 12 kilómetros del corazón de la capital belga y conocida por ser uno de los focos del yihadismo en el país. Entonces, Abdel Baki Essati ya residía en Ripoll.

Bonte no descarta que Essati hubiera estado antes en Bélgica, según ha dicho a la televisión VRT. Desde el Gobierno de Bélgica, país que ha sido señalado como uno de los principales centros operativos de los radicales en Europa, aseguran que no tienen ningún registro de que el imán haya sido residente de su país.

“Abdel Baki Essati no es conocido, bajo este nombre, en la Oficina de Inmigración. Nunca pidió ni recibió un permiso de residencia belga”, ha afirmado el secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Franken. No obstante, Franken reconoce que, aunque la Administración no esté al corriente de ello, el imán podría haber estado en Bélgica.

Contacto con mezquitas belgas
El alcalde de Vilvoorde asegura que Essati entró en contacto con varias mezquitas situadas en Bélgica. No obstante, se desconoce si el imán llegó a recibir instrucción en suelo belga o no. Tampoco se sabe si pudo estar en contacto con otros sospechosos de terrorismo en el país. “Se están llevando a cabo muchas investigaciones”, asegura.

Bonte, alcalde desde 2013 de la localidad, reconocía en 2015 que "no es agradable ser conocido como un gran centro del yihadismo"
El yihadismo no es ajeno a Vilvoorde. Es una localidad situada en el Brabante flamenco, al norte de la capital, desde donde varios jóvenes partieron a principios de la década para luchar en Siria. Bonte, alcalde desde 2013 de la localidad, reconocía en 2015 que “no es agradable ser conocido como un gran centro del yihadismo” en una entrevista con 'The Independent'. Desde entonces, la localidad ha puesto en marcha varios planes para tratar de prevenir la radicalización de los jóvenes.
La localidad es conocida también por haber recibido varias oleadas de inmigración. Hace unas décadas, eran los españoles los que llegaban al municipio, y hasta hoy mantienen vivas sus costumbres, como las fiestas rocieras que organizan cada año.

FUENTE: Con información de MARÍA TEJERO MARTÍN - https://www.elconfidencial.com

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