En noviembre, la Generalitat tiene el primer vencimiento de un préstamo sindicado con los bancos de 290 millones de euros, y en enero tiene el segundo, por un montante que asciende a 540 millones. El agravante de esta deuda es que se trata de créditos a corto plazo, por lo que no puede financiarlos con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que únicamente cubre los vencimientos de deuda de largo plazo.
Esto significa que si quiere evitar el impago, tendrá que conseguir que los bancos le refinancien esta deuda. Lo que hace la Generalitat es renovar los préstamos con los mismos bancos, ya que las dos partes están interesadas en que la rueda siga girando. De lo contrario, si no refinancian, Cataluña entra en impago y ellos pierden este activo y tienen que anotarlo como pérdidas.
BBVA, Sabadell y CaixaBank tienen participación en la mayor parte de los créditos sindicados que tiene la Generalitat y que renueva periódicamente, por lo que su participación es imprescindible para evitar el impago. El Govern podría buscar fuentes alternativas de financiación, pero la realidad es que tiene los mercados cerrados desde hace años y la banca no quiere elevar su exposición a la deuda de la comunidad. Esto significa que no tiene otra alternativa para no entrar en 'default' que renovar los préstamos.
La Generalitat seguirá renovando sus préstamos como hasta ahora: con los mismos bancos y aceptando sus condiciones
Esta situación no es nueva para la Generalitat, sino que lleva años refinanciando así sus créditos. Tal es la dependencia que tiene de la banca, en especial de estas tres entidades, que acepta los tipos de interés que exigen los propios bancos. “Se renueva según el principio de prudencia financiera”, explican desde el Departamento de Economía y Hacienda que dirige el 'vicepresident', Oriol Junqueras.
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Desde el Gobierno de España, se ha repetido constantemente que no dejarán que la Generalitat incumpla ninguno de sus compromisos financieros, ya que esto supondría situar al Reino de España en 'default' para las agencias de 'rating'. Un movimiento que podría provocar la quiebra del país, dado el endeudamiento que soporta, superior al 100% del PIB. Esto significa que, si Cataluña decidiese dejar de trabajar con estos tres bancos, tendría que aceptar el socorro del Estado para evitar el impago.
Desde que la comisión delegada del Gobierno para Asuntos Económicos intervino las cuentas de la Generalitat, en septiembre, el Govern tiene que pedir autorización al Consejo de Ministros para refinanciar estos vencimientos. Esto significa que Hacienda controla en cada momento cuáles son los compromisos de Cataluña y así puede prevenir cualquier posible impago.
2.000 millones del FLA
Además de esta deuda de corto plazo, Cataluña tiene que hacer frente a vencimientos de deuda de largo plazo que superan los 1.400 millones de euros en lo que resta de año, además de los intereses. Sin embargo, para afrontar estos pagos sí tiene el respaldo del FLA, que puede asumir deuda de largo plazo.
El Ministerio de Hacienda aprobó la semana pasada el reparto de los fondos correspondientes al último trimestre del año. En total, entregará a Cataluña casi 2.000 millones de euros, lo que supone el 32% de los fondos a repartir estos meses. Cuantía que será suficiente para que la Generalitat abone todos sus vencimientos y, además, tenga un sobrante para pagar una parte de su déficit.
FUENTE: Con información de https://www.elconfidencial.com