La Unión Europea no quiere que le crezcan los enanos. Y, en un momento en que se aspira a relanzar el proyecto europeo, la idea de que las regiones con aspiraciones autonomistas se independicen crea quebraderos de cabeza. "Si dejamos -aunque esto no nos corresponde a nosotros- que Cataluña se separe, otros lo harían también. No me gustaría eso", aseguró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.Para el luxemburgués, imaginarse una Unión Europea con 98 estados no es esperanzador. "Ya es relativamente difícil con 28 países, con 27 no va a ser más fácil, pero con 98 creo que esto es imposible", afirmó. Por ello, Juncker volvió a apelar este viernes al "sentido de la responsabilidad de todos los actores" implicados en la crisis catalana.
La reflexión del experimentado político no implica que éste piense que la Unión Europea deba intervenir en este asunto. "Estamos recibiendo llamadas de todas partes del mundo diciendo que Juncker debería mediar. Bueno, él no debería hacerlo", dijo.
Para el presidente de la Comisión, ni él ni su homólogo en el Consejo Europeo, Donald Tusk, deben involucrarse en este asunto, teniendo en cuenta que "solo una parte está pidiendo mediación". "Esto llevaría a serias alteraciones en la Unión Europea", afirmó.
Juncker recordó también que ya pidió al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que "tome iniciativas para que la situación en Cataluña no se descontrole". Y, en este sentido, aseguró que algunos pasos se han dado, mientras que otros no.
El presidente de la Comisión Europea ocupó durante casi dos décadas cargos de alta responsabilidad en Luxemburgo, un país en el que conviven varias lenguas y culturas en un espacio limitado, y se mostró preocupado por el riesgo de que la gente termine por creer que su identidad no puede ser compatible con la de otros.
FUENTE: MARÍA TEJERO MARTÍN - https://www.elconfidencial.com
