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viernes, 1 de diciembre de 2017

(Cataluña - España) Gordon Brown advierte a los catalanes: “La independencia es un eslogan y nada más”

La Europa sin fronteras (nombre del IV Foro El Confidencial-Pimco) es cada día una quimera más lejana. Reino Unido se prepara para levantar sus fronteras con Europa y, en España, los independentistas catalanes confían en separarse del país, e incluso del continente. El proceso de integración europea, que ha sido el origen de la etapa de mayor prosperidad que ha vivido la región, se enfrenta a muchas amenazas. Gordon Brown, ex primer ministro británico, ya vivió el referéndum del Brexit y utiliza su experiencia para avisar a los catalanes.

Los discursos independentistas señalan a la 'tierra prometida', pero en el fondo subyace el mismo problema: “No se hace un pensamiento racional” que busque lo mejor para los ciudadanos. El caso del Brexit sirve como ejemplo para los catalanes. “La gente se empieza a dar cuenta de que el independentismo es un eslogan y solo eso”, explicó Brown durante su intervención en el foro. “La independencia en un mundo globalizado es imposible, la idea de que puedes romper con todo es completamente artificial”, señaló el ex primer ministro. En su lugar, lo que Reino Unido hubiese necesitado es un “debate racional”. Ahora es demasiado tarde y “nos damos cuenta de que si hubiese ocurrido antes, estaríamos mucho mejor”, remarcó Brown.

En Reino Unido, la sociedad ya temía que “íbamos a ser más pobres si nos marchábamos de la Unión Europea”, el problema es que “nadie explicaba por qué”, recordó Brown. Una situación similar a la que se vive en Cataluña, por eso es tan importante que el debate huya de los eslóganes y se centre en las consecuencias reales. Para Reino Unido, la realidad es que “va a costar mucho más dinero marcharse que quedarse” y además “se va a tardar años y años en firmar los acuerdos comerciales con otros países que teníamos por ser miembros de la UE”.
La diferencia entre Cataluña y Reino Unido es que los catalanes han podido percibir cuáles son las consecuencias económicas de la independencia. La fuga de empresas, la caída del consumo, el frenazo del turismo… Todos los indicadores adelantados apuntan a un deterioro de la situación económica en la región. En palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos, “la sociedad catalana ha visto las consecuencias que se le han ocultado”.
La independencia en un mundo globalizado es imposible, la idea de que puedes romper con todo es completamente artificial
El ministro anticipó una ralentización de la economía catalana en el cuarto trimestre del año como consecuencia del frenazo vivido en octubre. “Los catalanes le han visto las orejas al lobo”, remarcó. En sus manos está la posibilidad de volver a la senda constitucional y reparar la convivencia rota en la comunidad. Si lo consiguen, “Cataluña recuperará tasas de crecimiento del 1% trimestral, con lo que volverá a liderar el crecimiento en España”, remarcó Guindos.
Una nueva España
Las distintas intervenciones en el foro estuvieron cargadas de referencias al Reino Unido y a Cataluña. En el caso del Brexit, la decisión ya es firme y la única opción es que “el sentido común se acabe imponiendo” para lograr un acuerdo beneficioso para todas las partes, señaló Guindos. Sin embargo, el 'procés' catalán todavía está a tiempo de revertirse y aprovechar la coyuntura para fundar las bases de una nueva España. No había habido tanto consenso sobre la necesidad de abordar reformas como ahora. Es el momento, concluyeron los expertos asistentes al foro, lo importante es el diálogo y la voluntad de acuerdo.
Los ponentes expusieron sus recetas para España, cada uno desde su posición ideológica, pero todos con un objetivo común: reformar el país para adaptarlo a los nuevos tiempos. El secretario de análisis estratégico de Podemos, Íñigo Errejón, advirtió de “la necesidad imperiosa del diálogo entre fuerzas políticas que opinan diferente”.

Algunas de las reformas que necesita España tendrán que abordarse con un cambio constitucional, pero no todas, remarcó Errejón. En su opinión, hay que 'abrir' la Carta Magna para incluir el “modelo territorial de España”, pero hay otra batería de medidas económicas, sociales y políticas que pueden gestionarse con leyes.


El catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras optó por una reforma de la arquitectura institucional del Estado para convertir el Senado en una auténtica cámara autonómica que sirva para defender las competencias de las comunidades a nivel estatal. Este órgano estaría encargado de aprobar o rechazar “todas las leyes que influyan en las competencias autonómicas”. De esta forma, se daría voz y voto directo a las regiones en las decisiones a nivel central y España avanzaría hacia un Estado mucho más federal.

“Sería el lugar adecuado para que las comunidades puedan tener influencia en las decisiones del Gobierno español y en las que se toman en Europa”, remarcó. Otra de sus propuestas es articular un marco legal para estimular la colaboración entre las diferentes autonomías, ya que las relaciones gestionadas a través del Estado no han conseguido elevar la “integración entre las comunidades”.
La sociedad catalana ha visto las consecuencias que se le han ocultado
Carreras considera que técnicamente hubiese sido posible celebrar el referéndum en Cataluña apoyándose en el artículo 92 de la Constitución. Sin embargo, en su opinión, una solución podría ser la Ley de Claridad que existe en Canadá y que determina en qué circunstancias pueden celebrarse referéndums de autodeterminación y cómo debe redactarse la pregunta de la consulta.
El dinero
Guindos abrió la puerta a una reforma de la financiación autonómica que “tenga en cuenta las especificidades de Cataluña”. Las relaciones económicas entre España y Cataluña han generado las principales fricciones, por lo que es prioritario encontrar una solución. El ministro no contempla la posibilidad de establecer un cupo catalán como tienen el País Vasco o Navarra, pero sí aceptó negociar las especificidades de cada comunidad dentro de unas “normas generales” para todos.

También participó en el foro Joaquín Almunia, que entre su extenso currículo político tiene el haber sido ministro de Administraciones Públicas. En su opinión, España tiene que dialogar para realizar las reformas necesarias internamente. “No es verosímil la intervención de la Unión Europea, la mediación es para conflictos internacionales”, señaló. “Me sorprende que muchos independentistas se hayan sorprendido de cuál ha sido la reacción de la Unión Europea y de los estados miembros”, explicó Almunia, ya que todos ellos solo pueden ponerse del lado del Gobierno en este asunto.

La crisis en Cataluña es política, pero se ha extendido también a la convivencia social y la economía. En este último punto, tienen mucho que decir las grandes empresas del país. Ignacio Sánchez-Galán, presidente de Iberdrola, recordó la gran capacidad que tiene España para superar los problemas en un corto espacio de tiempo. La compañía energética ya sufrió el Brexit en Reino Unido y ahora se enfrenta al escenario de incertidumbre en Cataluña, sin embargo, su discurso ha sido siempre el mismo. “Llevo tiempo fajándome en entrevistas y reuniones con inversores insistiendo para que sigan apostando por España”, aseguró Galán. Una vez más, España se enfrenta a un reto muy complicado, está por ver si también es capaz de superarlo pronto.

FUENTE: Con información de JAVIER G. JORRÍN - https://www.elconfidencial.com

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