Sólo con mirar su imagen causa terror. Y es que esta estampa de una mujer con ojos punzantes, una sonrisa malvada y un cabello negro desaliñado hace, de manera casi imperativa, que la persona que cae en el juego entable una conversación con un desconocido para no caer supuestamente en una maldición.
Un análisis sobre las amenazas en la web, publicado en el diario El Mundo , apunta que ‘lo curioso es que el prefijo +81 pertenece a alguien ubicado en Japón pese a que presuntamente quien está detrás del número es capaz de hablar en varios idiomas y entablar una conversación. Incluso aseguran que Momo contesta con macabras predicciones de futuro o adivinando nuestra información personal'.
Martínez asegura que no llegó a cumplir ninguna directriz ‘simplemente porque borró y bloqueó la pequeña insinuación', antes de que recibiera su primer saludo. Según algunas denuncias realizadas en varios foros, el mensaje de WhatsApp que acompaña la descripción del personaje, está en japonés y significa ‘La gente me llama L'.
La recomendación recurrente, cuando se indaga sobre este reto, es bloquear de inmediato el contacto e instalar un antivirus para detectar la presencia de cualquier amenaza.
¿Acaso estamos tan expuestos en las redes sociales o en nuestras plataformas sociales? ¿Estamos expuestos a acosos, extorsiones, amedrentamiento y violación a la intimidad?
Y es que esta leyenda urbana online está creando toda clase de bulos, desde secuestros de menores a supuestas muertes inexplicables, todas sin confirmación oficial. Por ello, el caso ha llegado a preocupar a las autoridades de algunos países latinoamericanos que han tenido que tomar cartas en el asunto. Por ejemplo, en México, la Fiscalía General del Estado de Tabasco emitió un boletín en el que advertía de los peligros del desafío: ‘El riesgo de este reto entre los jóvenes y menores de edad es que los delincuentes pueden hacer uso de este juego para sacar o robar información personal; incitar al suicidio o a la violencia; acosar, extorsionar; generar trastornos físicos y psicológicos como ansiedad, depresión, insomnio...'.
Mientras que en Chile la policía civil ha alertado de los peligros de este juego comparándolos con el caso de la Ballena Azul.
Por otro lado, en Panamá, la psicóloga Annelis Torrealba hace un llamamiento a los padres para que ‘estén alerta' de la actuación de sus hijos en las redes sociales. ‘Chatear se ha convertido, en algunos casos, en un vicio peligroso', admite.
Para Torrealba, los pacientes con trastornos emocionales pueden desarrollar conductas destructivas que evidenciarían en este tipo de retos. ‘Debemos estar pendientes de esos adolescentes aislados, hostiles o rebeldes. Son los que caen en estos juegos perturbadores', agrega.
Durante los últimos años hemos visto desafíos en la web que van desde echarse un cubo de agua helada, inhalar preservativos, tatuarse un animal en el antebrazo hasta el popular reto de ‘la ballena azul' que llevó al suicidio de algunos adolescentes.
En un programa de televisión en Perú, el periodista Jesús Veliz hizo énfasis sobre el riesgo de los juegos online y el poder que tiene el Internet. ‘La era digital es la nueva calle de los chicos, y lo que ocurra en ella se vuelve relevante. Hablar y dejar hablar a un niño o un adolescente es la clave en el fortalecimiento de vínculos familiares. Cada año ocurre un evento similar, como ‘La ballena azul'. Por eso es importante el diálogo familiar', concluye.
EL ORIGEN DE MOMO, UNA CULTURA ASIÁTICA
La Unidad de Investigación de Delitos Informáticos, ente que se ha dedicado a estudiar este caso de forma particular en Latinoamérica, afirma que ‘Momo' es una escultura que representa a una mujer-pájaro y que está expuesta en el museo Vanilla Gallery de Tokio, dedicada al arte moderno y que muchas veces recoge muestras inspiradas por el miedo. De hecho, es tan famosa que en las redes sociales se pueden encontrar multitud de imágenes de personas que se han fotografiado con la obra y su artista, Midori Hayashi.
FUENTE: http://laestrella.com.pa - (PULSE AQUÍ)