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jueves, 27 de septiembre de 2018

El gran negocio del Canal de PANAMÁ (+Opinión)

En la próxima Asamblea Nacional habrá muchas cosas por hacer. Actualizar la Ley Orgánica del Canal de Panamá de 1998, se hace urgente. Hay que reglamentar conflictos de interés entre los negocios del Canal y ejecutivos y Junta Directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Cuando Alberto Alemán Zubieta fue nombrado administrador, dijo haber vendido sus acciones en la constructora favorita de la ACP, CUSA. Sin embargo, el Canal continuó contratando con ella. Hoy, socia panameña del grupo de la ampliación (GUPC), es parte de los miles de millones que se siguen reclamando al Canal por estos trabajos terminados en 2016. Alemán Zubieta está cerca de la ACP otra vez, ahora como miembro de la Junta Asesora.

El 24 de agosto la ACP, me contestó una petición de información sobre su relación contractual con la empresa de asesoría Stratego. Su propietaria: Mercedes Eleta, ‘Baty', actual presidente de Apede, gremio que acaba de anunciar una campaña contra la corrupción. Si la ACP fuese transparente tendría problemas para contratar con Stratego, porque el cuñado de Baty, Francisco Sierra, es miembro de la Junta Directiva del Canal y ministro consejero de Varela. Sierra está casado con una hermana de Baty, lo cual genera un conflicto de intereses, de acuerdo a lo que entendí de las limitaciones éticas de la directiva canalera. No bastaría que, cada vez que se habla en la directiva de Stratego, Sierra se salga de la reunión para no oír nada por su evidente conflicto. En nueva carta (13 septiembre) me dicen que no hay conflicto de interés, porque Sierra simplemente ‘no es accionista' de Stratego. ¿Ah, no? Como diría mi socio, Víctor Martínez: ¡qué ñamesura!

Los contrataron para ‘identificar la existencia de algunos grupos de intereses particulares, cuyo actuar atenta contra la imagen del Canal de Panamá, por medio de denuncias y acusaciones infundadas y la difusión de noticias falsas'. Algo como el espionaje que hacía antes el G-2. Insólito: como si estuviésemos en tiempos de dictadura, para espiar a los ‘sediciosos' del Canal. Hasta un delito pudiera encontrarse. Le pagarán B/.60 500.00 por mes, o sea, B/.726 000.00 anuales, para que haga un ‘trabajo' innecesario. A la norteamericana Edelman PR le pagan hace años B/.325 000.00 por ‘proteger' la imagen del Canal en el extranjero. En los términos de referencia del contrato con Stratego, al referirse a relaciones laborales, los obliga a ‘desarrollar e implementar un plan de comunicación interno eficaz, con todos los trabajadores de la ACP, mediante vías que faciliten el diálogo con grupos que representen su fuerza laboral'. Quien representa a Stratego, atendiendo la cuenta de la ACP, el venezolano (ni siquiera panameño) Gustavo Manrique, ha hecho todo lo contrario: hay que ser duro con todos aquellos que no se ajustan a los mandatos de Quijano; así aprenderán a ser más dóciles. ¡Vaya diálogo!

En el pasado mes de julio le pedí al presidente Varela separar de su cargo de miembro de la Junta Directiva de la ACP a Alberto Vallarino, ya que, según su propia confesión, tiene conflicto de intereses con las actividades del Canal y las normas existentes (es parte de un grupo propietario de 60 hectáreas en las riberas del Canal). Aún espero su respuesta, pero, como se trata de un gran copartidario, donante del mandatario y ‘exitoso inversionista', me dicen que me quedaré esperando. Antai tampoco ha hecho nada. Al contrario de su beligerante acción con los directivos Corcione y Mizrachi, la colega Angélica Maytin ha ignorado mi petición de discutir este caso de conflicto de interés de Alberto Vallarino.

Con fecha 13 de septiembre vuelve la ACP a contestar otra de mis constantes solicitudes de información. Otro contrato: B/.180 000.00 por 16 meses, a José Agustín Moscoso' ‘para asistir a la Junta Directiva en la contratación restringida por urgencia de los servicios especiales para el reclutamiento de personal de alto perfil'. Increíble. Como si dentro del Canal no hubiese direcciones de Comunicación y de Recursos Humanos, con excelentes profesionales, para atender esos requerimientos contratados por costosas consultorías. En el fondo, el cargo de ‘alto perfil' que buscan es el de vicepresidente de Negocios Nuevos. No cuesta mucho imaginarse que el que será escogido debe ser apto para descubrir los negocios interesantes para gente como Vallarino, sus socios y grandes firmas de abogados que representan grupos económicos dentro de la directiva del Canal. En esa lista tienen de nuevo el proyecto del Puerto de Corozal. El Canal pagará rellenos y todo y un directivo lucrará del ‘necesario puerto'. Negocio redondo.

No logramos recuperar el Canal, en manos de un enclave norteamericano, para reemplazarlo por uno elitista panameño, que quiere volverse más rico de lo que es, para lucrar por su cercanía al Canal. Por eso es que quieren estar en su Junta Directiva, aunque descaradamente, como es el caso de Alberto Vallarino, tengan graves conflictos de intereses con el Canal. Este asunto, así como la presencia china alrededor de la vía interoceánica, debe motivar que los panameños nos preocupemos más del gran negocio en que quieren convertir el Canal de Panamá, nuestro principal recurso nacional. Aunque pisemos algunos callos.

ABOGADO, POLÍTICO Y DIPLOMÁTICO.

FUENTE: Artículo de Opinión - Guillermo A. Cochez - http://laestrella.com.pa ->> Ir

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