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martes, 2 de octubre de 2018

(Italia) El posible choque con la UE: "No retrocederemos ni un milímetro

El choque entre la UE e Italia parece inevitable. “Algunos están esperando que demos marcha atrás. Pero nosotros no retrocedemos ni un milímetro”, ha avisado este martes el ministro de Desarrollo Económico italiano, Luigi Di Maio. Las palabras del también líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) son una advertencia clara a Bruselas y la eurozona, donde se han recibido con frialdad los planes de su Gobierno para expandir el gasto público hasta el 2,4% los próximos tres años, lo que supondrá incumplir ampliamente sus compromisos de disciplina fiscal.

“Si es necesario, explicaremos nuestra decisión en la calle”, ha añadido Di Maio. Matteo Salvini, el líder del otro partido gubernamental, la soberanista Liga, ha sido aún más rotundo. “Basta de amenazas e insultos de Europa. Italia es un país soberano”, ha dicho el también ministro de Interior. Salvini responde directamente al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien evocó los fantasmas de la crisis griega. “No quisiera que después de haber tenido que vencer una crisis en Grecia nos encontremos con lo mismo en Italia. Una crisis ya ha sido suficiente”, dijo.

Unas palabras suficientes para provocar una (todavía más) incendiaria respuesta del núcleo duro de los economistas de la Liga. Entre ellas, la de Claudio Borghi, miembro del comité económico de la formación y quien llegó a evocar, nuevamente, una salida de Italia del euro. “Italia estaría mejor con su moneda, aunque eso no esté en el contrato de gobierno [entre Liga y M5S]”, ha afirmado el euroescéptico Borghi. Sus palabras, que luego se ha apresurado a matizar, han sido gasolina para el fuego. Los mercados continúan castigando a Italia mientras crece el temor a un tropiezo en la tercera economía de la eurozona.

Salida del euro
La ruptura entre Roma y el resto de la eurozona se amplía. “Estoy hiperconvencido de que Italia con su propia moneda resolvería gran parte de sus problemas”, ha insistido Borghi en declaraciones a la emisora radiofónica Radio Anch’io. No obstante, “para llevar adelante este paso, necesitamos el consenso y la concienciación de los ciudadanos”, ha argumentado Borghi, al desmentir que su Gobierno quiera llevar adelante ahora un enfrentamiento con la UE. "No somos Venezuela", ha apostillado en una entrevista con Bloomberg.


La nueva salida de tono de Borghi ha obligado al primer ministro italiano a salir rápidamente a tratar de calmar los ánimos. “El euro es nuestra moneda y es irrenunciable”, ha intentado matizar Giuseppe Conte. Sin éxito. El político es visto como un subordinado de los dos verdaderos hombres fuertes que están gobernando Italia, precisamente Di Maio y Salvini. Igual le sucede al tecnócrata Giuseppe Tria, el ministro de Economía que ha tenido que comerse sus promesas a la eurozona de que mantendría la disciplina fiscal ante el embuje de los partidos gobernantes.

De ahí que, al parecer, en la Liga ya estén afilando cuchillos. Tan es así que el nombre de Paolo Savona, el candidato euroescéptico propuesto en mayo como ministro de Economía de Italia por la Liga y rechazado por el presidente, Sergio Mattarella, está en estas horas volviendo a sonar con fuerza en las tertulias italianas, bajo la sospecha de que llevar el choque con Bruselas a las últimas instancias esté en la agenda del Gobierno transalpino. Más aún después de que Tria decidiera no quedarse a la reunión con sus colegas de la Unión Europea que se celebra en Luxemburgo, después del repaso que recibió el lunes por sus socios de la eurozona.

Prima de riesgo a niveles récord
Esta tensa situación está golpeando con dureza, con todas las consecuencias, el sistema financiero italiano. 'In primis', sobre la prima de riesgo italiana, el diferencial entre el bono italiano y el alemán, que este martes alcanzó los 300 puntos básicos, el peor valor desde 2014. Lo que ha arrastrado a gran parte de las bolsas europeas y que, a principios de la tarde de este martes, hacía caer la Bolsa de Milán un 0,4%, al tiempo que se registraban ventas masivas de los títulos de Estado de Italia, según informó el diario económico italiano 'Il Sole 24 Ore'.

Sin embargo, los populistas italianos hacen oídos sordos. “La amenaza más seria para la UE y el euro no viene de Italia, sino de aquellos que no ven obtusamente más allá de ese 2,4%”, ha comentado el presidente del comité de las Políticas de la UE del Parlamento italiano y miembro del M5S, Sergio Battelli, al enfatizar que el plan italiano también incluye medidas “para el crecimiento”. “Le pido a la UE dejar a un lado sus prejuicios, pido respeto y confianza”, ha añadido Battelli.

Documento desaparecido
Y todo ello con un misterio de trasfondo: el hecho de que, pese a su anuncio de la semana pasada, nadie todavía ha visto los detalles del 'Documento de economía y finanzas' (DEF) italiano. Este documento, que sienta las bases para el debate parlamentario sobre la Ley de Presupuestos de Italia, contendría las medidas de expansión del gasto público que planea el Ejecutivo italiano para financiar sus promesas electorales —en particular, la renta mínima de ciudadanía y una 'flat tax' para empresas—. “¿Dónde está el DEF? ¿Ha desaparecido?”, se leía en la mañana de este martes en la prensa local.

Al endurecimiento del conflicto con Bruselas se añaden también las declaraciones del presidente italiano Mattarella, considerado por los críticos del M5S y la Liga como el último garante de la estabilidad en Italia, quien este pasado fin de semana advirtió de que la propia Constitución italiana exige el “respeto al equilibrio presupuestario y un nivel de deuda sostenible”. Mattarella es, de hecho, quien debe firmar las leyes para que estas se hagan efectivas, algo que puede frenar si considera que no son constitucionales. “La Constitución lo establece así para tutelar los ahorros de nuestros ciudadanos, los recursos para las familias y para las empresas, para defender las pensiones, para hacer posible intervenciones sociales concretas y eficaces”, explicó el presidente italiano.

En este clima, el día del apocalipsis —si bien quizá nunca llegará— puede ser el 26 de octubre. Esa es la fecha en que se prevé que la consultora Standard & Poor’s emita su valoración sobre el país. Algo que, de ser muy negativa, abre una serie de consecuencias para Italia y toda la eurozona. Todas ellas, poco placenteras para un país cuyas precedentes administraciones habían prometido un déficit público que debía reducirse, en cumplimento del pacto fiscal europeo de 2012.

FUENTE: Con información de IRENE SAVIO - https://www.elconfidencial.com ->> Ir

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