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martes, 13 de noviembre de 2018

(Panamá) Cuidado con hacer un Pdvsa del Canal (+Opinión)

Por: Jaime Raúl Molina - Hace muchísimos años, cuando la reversión del Canal de Panamá a nuestro país aún estaba fresca, comencé a expresar en círculos de amigos, familiares y de personas en general interesadas en el futuro del país, mi preocupación de que en algún momento el Canal de Panamá pudiera degenerar como el Pdvsa de los venezolanos, en botín político para dilapidar, con el objetivo de ganar importantes puntos políticos. Lamentablemente, cada vez son más visibles las señales de que tarde o temprano comenzarán los buitres a depredar dicho activo nacional.

En el año 2015 el presidente de la República, Juan Carlos Varela, sugirió públicamente que el déficit actuarial del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social (CSS), podría ser financiado con aportes del Canal de Panamá. Estas irresponsables declaraciones generaron críticas manifestadas en medios y redes sociales, de parte de muchas personas, cosa que incluso fue tema central en diversos programas de debate en televisión y radio.

El año pasado, durante las discusiones en primer debate para el presupuesto anual del Canal de Panamá del año 2018, el diputado Luis Barría propuso una serie de recortes al renglón de gastos, a la vez que promovía en proyecto de ley que busca crear el Distrito Norte —correspondiente a la circunscripción por la que él fue elegido— obligar a que de los aportes del Canal al Gobierno central, se destinara dos por ciento (2 %) todos los años para ser distribuido entre los distritos que conforman la cuenca hidrográfica del Canal. En esto, afortunadamente, el diputado no recibió el respaldo de sus colegas, ni siquiera de la bancada de su partido, cosa que en alguna medida se debió a la inmediata y firme reacción de rechazo de parte de gremios y líderes de opinión a tan burda demagogia.

Más reciente, el mes pasado hubo manifestación pública de algún precandidato sugiriendo amarrar los aportes del Canal a determinados programas de gasto. En fin, se observa una tendencia por ver los aportes del Canal como una piñata llena de bombones para repartir y ganar puntos políticos. Es decir, si uno presta atención, es cada vez mayor la tentación a meter mano a los aportes del Canal para fines politiqueros. Hace diez años esto no era siquiera tema de discusión, pero ahora resulta que cada vez son más los que se atreven a proponer públicamente ideas disparatadas para disponer de los aportes del Canal de forma política.

Los panameños haríamos bien en mirarnos en el espejo de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), o Petróleos Mexicanos (Pemex), ambas empresas estatales que hace décadas en sus respectivos países comenzaron a ser depredadas por los gobernantes con fines clientelistas, con resultados nefastos. En el caso de Pdvsa, la situación es particularmente grave, porque dicha empresa, al igual que otras empresas estatales de explotación minera en Venezuela, ha sido básicamente saqueada y desguasada, cosa que ha perjudicado de forma notable su capacidad para generar riqueza a largo plazo. Es el eterno problema de matar la gallina de los huevos de oro para tener pan para hoy y hambre mañana.

El problema es uno de incentivos y se relaciona con el fenómeno de la dicotomía de intereses entre el agente y el principal. El dueño del activo tiene un interés en que este se mantenga productivo a largo plazo, y esto implica una explotación razonable del recurso, a la vez que se destinan suficientes recursos para el mantenimiento de la capacidad productiva del activo. El agente, en cambio, tiene un incentivo a maximizar el retorno presente a expensas del retorno esperado futuro. En el caso del agente político el incentivo es, como se observa de las ganas que ya le muestran algunos políticos irresponsables al Canal, a extraer el máximo posible hoy a expensas de la capacidad productiva del activo a futuro. El político demagogo tiene un horizonte de muy corto plazo, cosa que riñe de frente con el interés del dueño teórico del activo, el pueblo, cuyo interés es su preservación, a fin de mantener y aumentar su capacidad productiva a largo plazo.

A los ciudadanos, dueños teóricos del Canal de Panamá, nos convendría recordar la fábula de la gallina de los huevos de oro, a ver si espabilamos y exigimos a nuestros políticos que más les vale dejar tranquila a nuestra gallina más preciada.

ABOGADO

FUENTE: Artículo de Opinión - Jaime Raúl Molina - http://laestrella.com.pa

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