Este martes por la mañana, toda esa simbología y actitud de protesta de gente que no ha tenido que pedir el día libre en el trabajo se dieron cita en el Tribunal Supremo. Era un día histórico de los de verdad, no de los que abusamos los periodistas en los titulares y en los tuits.
Bien temprano, los ánimos estaban caldeados. En la calle Génova (justo enfrente de la sede pagada en B más famosa del planeta), una pareja de ancianos caminaba con sus lazos amarillos en la solapa. Alguien les gritó “nazis”.
Unos metros más abajo, un amable ciudadano con enorme talante democrático ofrecía a los viandantes la posibilidad de pisar un cartel con la cara de los procesados. Y mientras, los cachorros 'indepes' aspirantes a matones la estaban liando en el paseo de Recoletos. Muy cerca del mismo sitio donde 48 horas antes se manifestaban los que no paran de luchar por España. Deliciosa paradoja. ->>Vea más...
FUENTE: Columna de Opinión "Ideas ligeras" - Ángeles Caballero - https://blogs.elconfidencial.com