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sábado, 13 de abril de 2019

(España) Lesbianas en pequeños pueblos: “Nos sentimos más seguras en el pueblo que en la ciudad”

“Como la tengo aquí tan dentro, se me hace normal: mi nieta es mi nieta, sea así, de otra manera, boca arriba o boca abajo”. Es Juana quien, a sus 88 años, explica tocándose el corazón lo que piensa de que su nieta, Silvia Tostado, sea lesbiana y se haya casado con su pareja, Noelia, con la que comparte dos hijos, una niña de seis y un niño de dos. En una ceremonia “bonita, bonita”, añade. La otra abuela de Silvia, Catalina, está de acuerdo. “Lo mismo me da que estés con una mujer que con un hombre, tú eres mi nieta igual”, le responde cuando esta le pregunta qué piensa de la decisión que le cambió la vida.

Es uno de los vídeos que se pueden ver en el canal #MiPueblitoBueno de la Fundación Triángulo Extremadura, un proyecto para mostrar sin prejuicios la vida de una mujer lesbiana en los pequeños pueblos de la región. Silvia se crió en Miajadas, un municipio de menos de 10.000 habitantes que se encuentra al sur de la provincia de Cáceres. La experiencia de la responsable del área de familias de la fundación tras atreverse a dar el paso y confesar su orientación sexual fue muy positiva, y a día de hoy considera que haber salido del armario “es lo mejor que he hecho en mi vida”, como explica a El Confidencial. Hoy, se ha convertido en una de las grandes activistas de la comunidad extremeña.

“En el pueblo no eres simplemente Silvia, sino que eres la hija de alguien, la nieta de alguien, la sobrina de alguien… y ahora también somos las madres de alguien”, revela. Su lucha, igual que la de muchas de las mujeres de su entorno inmediato, es la de acabar con el estigma que sigue asociado a la homosexualidad rural, especialmente la femenina, y que no es necesariamente peor que en la ciudad. Porque, como recuerda, pensar que por ser lesbiana en un entorno rural lo vas a tener más difícil que en el urbano, es una manera de perpetuar las dificultades. En sus palabras, “vivir la vida pensando que va a ser un drama lo va a hacer aún peor, hay que eliminar el estigma y mostrar que aunque hay situaciones discriminatorias, también hay historias positivas”.

FUENTE: Con información de HÉCTOR G. BARNÉS - El Confidencial

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