Los policías le aseguraron que acudían en representación del Gobierno español. Para convencerle de que declarara, se comprometieron a sacar de Venezuela a sus familiares y ofrecerles una “nueva vida”. Le dijeron que su testimonio no se haría público.
Isea accedió a declarar y todos los compromisos se evaporaron. Al mes siguiente, su declaración, con nombre y apellido, fue publicada en el diario Abc. No volvió a saber nada de los policías y nadie se movió para sacar de Venezuela a su familia. Isea recuerda aquellos días en un encuentro con EL PAÍS a las afueras de Washington, donde lleva una vida discreta con su esposa y sus hijos.
“Me manipularon con algo muy delicado, pusieron en riesgo a mi familia”, explica. “Estuve varios meses sometido a una presión muy dura. Aguardando la reacción del Gobierno venezolano. Estuve meses esperando el golpe. Es una de las razones por las que he evitado hacer declaraciones hasta ahora. Estamos hablando de vidas. Hablamos de una señora de 80 años a la que ni siquiera puedo ver. Confié en un Gobierno que me dijo que podía sacar a mi madre de allí”. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de PABLO GUIMÓN - El País