El pesquero, de 120 metros de eslora y denunciado en varias ocasiones por pesca ilegal, tenía almacenadas en sus tanques 1.409 toneladas de fuel. Un avión de Salvamento Marítimo, que forma parte del operativo anticontaminación activado hoy, ha detectado restos de combustible cerca de la zona del hundimiento, que se produjo en la noche del martes al miércoles.
Esas irisaciones (manchas poco compactas de fuel) se extendían por una zona de unos seis kilómetros de largo, según Salvamento Marítimo, que está pendiente de este buque desde el sábado 11 de abril, cuando el barco se incendió en el puerto de Las Palmas. Ninguno de los 72 tripulantes resultó herido y el incendio a bordo se extinguió el lunes, pero fue en mar abierto, adonde fue enviado el barco.
Ante el riesgo que suponía mantener atracado el buque en el puerto debido a una potencial explosión, la Capitanía Marítima de Las Palmas optó por llevárselo, en la madrugada del 12, a mar abierto. También se intentaba evitar que un posible vertido acabara afectando a la ciudad de Las Palmas y a la planta potabilizadora de la zona.
Fuentes de la Capitanía Marítima afirmaron que se aplicó a "rajatabla" el protocolo para este tipo de casos, que pasa por alejar el buque del puerto si hay riesgo de deflagración. Lo que no aclararon es si el protocolo establece que el buque se lleve a mar abierto o si se debe trasladar a una zona de abrigo.
FUENTE: Agencias - http://www.aporrea.org |