Según reportes de la página de noticias Colombia.com, esta banda está conformada por unos 2 mil 300 hombres, de los cuales 28 fueron abatidos por la Policía en el último año. El medio informó que pagan a delincuentes hasta 2 millones de pesos (unos $700) por policía muerto.
La organización criminal tiene un modus operandi según el cual ejecuta con una serie de vejaciones asociadas al narcotráfico, como sicariato, extorsión, amenazas y desplazamientos. Anuncia los paros armados entregando avisos en los comercios, escuelas y hospitales, lo que genera amenazas y terror en la
población.
En un trabajo de investigación periodística, el diario El Espectador reveló el perfil y excentricidades de los cabecillas de esta banda.
Su principal líder es Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel. Es el hombre más buscado de Urabá. Tiene fincas, casas, centros comerciales, carros, ganado y millones de dólares y de pesos que distribuye entre sus testaferros, mientras él vive escondido en las entrañas de la selva en condiciones austeras para evitar ser atrapado, según el diario.
El Gobierno de Colombia ofrece una recompensa de mil 500 millones de pesos (unos $495 mil), mientras que las autoridades estadounidenses otros $5 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Otoniel.
Los otros líderes son Gavilán, identificado como un enfermo sexual por su gusto de niñas; Nicolás, el cauto, único que tiene orden de extradición; Indio, de 38 años, único que se moviliza por áreas urbanas; y Guagua, el más discreto y quien se encarga del tráfico de drogas.
FUENTE: Carlos Alberto Vargas - http://www.prensa.com
