(+Traducción) En las primeras horas de una mañana de febrero de 1986, Ferdinand e Imelda Marcos volaron al exilio. Después de 21 años como presidente de Filipinas, Marcos había instalado una demasiadas elecciones. El ejército se había vuelto contra él, y la gente había salido a las calles en sus miles. Los Marcos había visto venir la crisis y ha sido capaz de preparar su fuga, por lo que cuando llegaron esa mañana en la base Hickham USAF en Hawai, que trajo un montón de pertenencias con ellos.El registro oficial de aduanas de Estados Unidos corre a 23 páginas. En los dos C-141 aviones de transporte que les llevan, habían embalado: 23 cajas de madera; 12 maletas y bolsas, y varias cajas, cuyo contenido se incluye ropa suficiente para llenar 67 bastidores; 413 piezas de joyería, incluyendo 70 pares de gemelos de joyas con clavos; una estatua de marfil del niño Jesús con un manto de plata y un collar de diamantes; 24 ladrillos de oro, con la inscripción "A mi marido en nuestro 24 aniversario"; y más de 27 millones de pesos filipinos en billetes impresos recién. El valor total fue de $ 15m.
Esta fue una fortuna en todos los sentidos, fácilmente lo suficiente para ver a la pareja por el resto de sus vidas. Sin embargo, el nuevo gobierno de Filipinas sabía que esto era sólo una muy pequeña parte de la riqueza de los Marcos. La realidad, descubrieron, fue que Ferdinand Marcos había amasado una fortuna de hasta 650 veces mayor. De acuerdo con una estimación posterior por parte del Tribunal Supremo de Filipinas, que había acumulado hasta $ 10 mil millones, mientras que en la oficina.
Desde su sueldo oficial nunca se había elevado por encima de $ 13.500 al año, era increíblemente claro que este fue robado la riqueza en la escala más espectacular. Algunos de sus aliados más cercanos también se robó miles de millones. A medida que su víctima era una nación en la que el 40% de la población sobrevive con menos de $ 2 al día, la República de las Filipinas decidió con urgencia para tratar de recuperar su dinero.
Incluso en medio del caos de la revolución, la primera orden ejecutiva emitida por el nuevo presidente, Cory Aquino, estableció la Comisión Presidencial de Buen Gobierno, el PCGG. Era para recuperar "toda la riqueza mal habida acumulada por el ex presidente Ferdinand Marcos, su familia inmediata, parientes, subordinados y asociados cercanos" y dado el poder para secuestrar cualquier activo que se cree que el producto del delito.
Treinta años más tarde, el PCGG todavía está trabajando, sus 94 abogados, investigadores y administradores alojados con orgullo en un edificio recuperado de la familia Marcos. El gobierno le da un presupuesto anual de $ 2.2m. Su personal han rastreado el dinero a través de jurisdicciones de todo el mundo y se abrieron camino a través de cientos de casos judiciales. Y sin embargo, algo ha ido terriblemente mal: hasta la fecha, la PCGG se ha recuperado sólo una fracción de lo que fue robado por la red de Marcos; nadie ha cumplido una pena de prisión por su participación en el crimen. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)
FUENTE: Con información de Nick Davies - http://www.theguardian.com
