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martes, 24 de julio de 2018

(Grecia) En un megaincendio, meterse en el mar no equivale a salvar la vida

La cifra de fallecidos en los incendios que arrasan Grecia en estos momentos ya ha superado las 74 personas. Aunque cada víctima es un drama, el relato de 26 de ellas que murieron abrazadas en la playa de Mati, un resort vacacional a 30 kilómetros de Atenas, ha conmocionado al mundo.

Entre el más de medio centenar, cuatro de ellas —tres mujeres y un niño— lograron llegar al mar Egeo, pero sumergirse en sus aguas no les libró de un desenlace fatídico. Según publicó la agencia 'France Press', un barco de la marina griega recogió sus cadáveres. Más tarde, medios griegos informaban de una quinta víctima, un hombre de 60 años que fue encontrado a unos 11 kilómetros de la costa. Además, se busca a dos turistas daneses desaparecidos mientras intentaban escapar a bordo de una barca hinchable.

Por supuesto, huir hacia el agua cuando el fuego te persigue es una reacción instintiva. Como describe Kostas Laganos, un vecino de Mati que logró sobrevivir, "por suerte el mar estaba allí y fuimos hacia él porque las llamas nos estaban persiguiendo de camino al agua", declaró a Sky News, "el fuego nos quemó la espalda así que nos zambullimos en el mar".

Desgraciadamente, llegar a la línea de costa no siempre equivale a salvar la vida dado que las llamas no son el único peligro en un incendio. Las autoridades griegas especulan que estas cuatro primeras víctimas pudieron morir de asfixia o por el calor provocado en la combustión de los árboles. La quinta falleció ahogada tras nadar intentando alejarse de las llamas.

Riesgos de meterse en el agua
En primer lugar, la principal causa de muerte en incendios de todo el mundo no es el fuego sino el humo, es decir, no las quemaduras sino la asfixia. Este trabajo de la Universidad de Leeds (2016) repasa varios estudios de caso con incendios de todo tipo donde la inhalación de humo supuso la causa de la muerte para la mayoría de personas afectadas.

A esto hay que añadir una menor capacidad de movimiento cuando uno está dentro del agua y, si uno se adentra lo suficiente, una creciente posibilidad de ahogarse.

Aunque el fuego y el agua no hagan buena mezcla, en estos casos la combinación de ambos suele producir resultados tóxicos, que afectan a la flora y la fauna marina durante meses. Por ejemplo, tras los incendios de Indonesia en 1997, cerca de la totalidad de los arrecifes de coral murieron por las plumas de humo y cenizas que los vientos desplazaron hasta el océano.

Y por supuesto, otro factor importante es la hipotermia. Aunque el Mediterráneo en julio puede antojarse como un destino placentero, la temperatura del agua en la región ateniense es, en agosto, algo menor que la que se registra en la mayor parte del Levante español, entre 22 y 24 grados. Con esta temperatura es posible resistir incluso tres horas dentro del agua, pero a partir de ese límite las posibilidades de supervivencia —incluso con un salvavidas— se van reduciendo.

Además, los mismos vientos que llevan el humo hacia el mar remueven las aguas. En Rafina, algunos de los turistas involucrados describían que entraron en el mar tosiendo y cegados por el humo. Pronto fueron arrastrados por la corriente. Nikos Stavrinidis y su familia estuvieron dos horas hasta ser rescatados por un barco de tripulación egipcia: "Entramos en el mar y tratamos de distanciarnos del dióxido de carbono", relató. "Fuimos tan lejos como pudimos pero, mientras nos alejábamos, había mucho viento y mucha corriente y comenzó a tirar de nosotros mar adentro. No éramos capaces de ver dónde estábamos".

¿Qué hacer si te pilla un fuego?
Si estás en mitad de un bosque y te ves rodeado por las llamas, lo primero que hay que hacer es buscar un claro. Si es posible, de árboles grandes ya que éstos retienen más humedad que los arbustos. Sin embargo, el bosque mediterráneo del que disfrutamos tanto en media España como en Grecia es escaso en árboles de este tipo y además suele estar bastante seco en verano, lo que facilita el avance de las llamas.

A falta claros de bosque o de un cuerpo de agua como un río o un lago, la opción más probable para sobrevivir en mitad de un incendio es buscar una zanja o algún tipo de depresión, introducirse en ella con los pies mirando en dirección al fuego y taparse con tierra, asegurarse de que se puede respirar y esperar a que el fuego y el humo pasen por encima.

FUENTE: Con información de ANTONIO VILLARREAL - (PULSE AQUÍ)

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