
Pero crecieron, se enamoraron y sus gustos han sido tan dispares que al final la amistad se ha diluido. No diremos que se ha roto, no seremos tan atrevidos -los hay que sí se atreven-. El último momento en el que la separación ha quedado clara ha sido este fin de semana. Cesc Fàbregas ha venido desde Londres, donde vive y trabaja, para bautizar a sus hijos: Lia, Leonardo y Capri. Él y su mujer, Daniela Semaan, han organizado un fiestón de lo lindo, un banquete digno de reyes.
La fiesta fue en el hotel Palace, donde se instaló la familia durante unos días. Y allí no se vio por ningún lado a su amigo Piqué. Sí estaban Messi y toda su familia. ¿El secreto? Se sabe ya: Semaan es íntima de Antonella Roccuzzo, mujer de Messi, desde que coincidieron ambas en Barcelona. Una amistad, la de ellas, en la que no caben ni Shakira ni Vanesa Lorenzo. Esta última sí que estuvo en la fiesta con su pareja, Carles Puyol, pero es una de las pocas veces en las que se les ha podido ver con las otras parejas. La 'ruptura' es conocida en su entorno.
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FUENTE: Con información de SILVIA TAULÉS - El Confidencial