El Ñeñe fue asesinado el 2 de mayo de 2019 en Brasil en un aparente robo. Un mes después de su muerte, la Fiscalía anunció que le había incautado más de 1,2 billones de pesos a la estructura criminal del señalado narcotraficante y paramilitar Marcos Figueroa, alias Marquitos. El Ñeñe apareció en un organigrama como parte de su brazo financiero. En algunos círculos había logrado cierta popularidad por ser el esposo de María Mónica Urbina, la primera señorita Colombia que tuvo La Guajira.
En 2015, la justicia abrió una investigación en su contra por el asesinato de Óscar Eduardo Rodríguez Pomar, hijo de Carlos Rodríguez, dueño de la sastrería GQ, de Barranquilla, y prestamista reconocido. Una de las hipótesis de las autoridades es que en ese crimen estuvo vinculado el Ñeñe Hernández, por no pagar una deuda pendiente de más de 1.000 millones de pesos con Carlos Rodríguez.
Si bien el Ñeñe era un oscuro personaje, cuyo nombre apenas empezó a retumbar con fuerza hace pocos meses, la realidad es que sus andanzas eran bien conocidas desde hace varios años por la contrainteligencia del Ejército. La razón era muy simple. El Ñeñe entró en los radares de los militares por cuenta de una investigación que se adelantó contra un general que estaba de comandante en el norte del país. Fue una de las primeras misiones de la llamada operación Bastón, reveladas en exclusiva por SEMANA .
Las pesquisas iniciales señalaban que ese general, cuyo nombre SEMANA se abstiene por ahora de revelar para no entorpecer las investigaciones, desviaba recursos del Ejército para ponerlos a disposición de ganaderos, muchos de ellos con pasado muy cuestionables. Uno de ellos era el Ñeñe. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Semana