Visto desde arriba, El Tarra luce como tantos otros pueblos de Colombia: un reguero de casas apaciblemente asentado frente al río, en un estrecho valle ensombrecido por las nubes. En el tramo final de la carretera que llega de Ocaña, las acrobacias de los viejos Renault que hacen el trayecto y se deslizan con insólita destreza por el fangal de varios kilómetros que desciende abruptamente hacia el poblado, concentran toda la atención del viajero que llega a un lugar reputado como uno de los sitios más peligrosos del país.
Justo antes de las primeras casas, el conductor entrega 5.000 pesos a una joven que levanta la guadua que cierra el paso. Doscientos metros más adelante, una base militar flanqueada por garitas con sacos de arena pintados de verde y centinelas en arreos de combate domina el casco urbano. El centro y el parque, llenos de gente y de motos, se vacían no bien cae la tarde, como todo el pueblo. La gente se acuesta temprano –unos en sus casas y, por estos días, otros, fuera de ellas, en albergues improvisados– rogando que amanezca pronto y, al menos esa noche, no pase nada en El Tarra, un polvorín que, como todo el Catatumbo, encierra las claves del futuro de la guerra y la paz en Colombia.
“Dos pelaos de civil, con pistolas, me pararon, me obligaron a atravesar el bus y a salir corriendo”, cuenta al día siguiente Jairo, chofer de uno de los buses que todavía se arriesgan por estas carreteras. Desde la madrugada, su vehículo, pintado con letreros en aerosol negro que dicen “carro bomba” y “Farc.EP”, bloquea la pantanosa vía de bajada hacia El Tarra, a unos dos kilómetros del pueblo. Tomará cerca de una semana que peritos en explosivos lleguen de Cúcuta o Bogotá a verificar si se trata de un falso carro bomba o uno de verdad. En el día, los viajeros se limitan a desmontar del vehículo en el que llegan, pasan junto al bus y caminan hasta el pueblo, cargando hijos y corotos. Pronto los mototaxis acuden a prestar servicio a los viajeros. “Los prudentes apagan el celular para pasar al lado del bus; los demás, pasamos y listo”, cuenta uno. “Es la segunda vez que me pasa”, concluye Jairo, resignado.
VER ARTÍCULO COMPLETO EN: http://www.semana.com/nacion/pobre-catatumbo/174344-3.aspx
Páginas
domingo, 25 de marzo de 2012
(Colombia) Pobre Catatumbo
LEA...
![]() |
LO + Leído...
-
Una vez más el nombre de la empresa PSA Panama International Terminal, S.A., a cargo de la operación de una terminal de contenedores en Rodm...
-
Grecia deberá sacrificar su soberanía fiscal, para ser "rescatada" de la crisis económica en la que se encuentra, así informó Pren...
-
Los bancos británicos han recibido pedidos para hacer pruebas sobre cómo soportarían que varios países de la zona euro abandonen la moneda ú...
-
La junta disciplinaria del Organismo Judicial (OJ) de Guatemala recibió en los últimos ocho meses 300 denuncias contra jueces por supuestos ...
-
La empresa estatal Petróleos de Brasil (Petrobras) anunció hoy el hallazgo de crudo en aguas profundas de la Bahía de Ceará, en la costa atl...
-
Adidas cerrará este año su única planta propia de ropa deportiva en China para hacer más eficiente su producción manufacturera, dijo el miér...
-
El astrofísico, cosmólogo y matemático, Stephen Hawking, demostró que hasta la ciencia tiene una respuesta para consolar a las seguidoras ...
-
La Policía de Nueva York ha arrestado a más de 60 manifestantes que piden justicia para Freddie Gray. Las marchas de protesta en solidarid...
-
En una de las más extensas respuestas hasta ahora a los delitos con armas, el presidente Barack Obama se manifestó el miércoles a favor de t...
-
La Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias (Ulan) suspendió este viernes a la Agencia de Información Pública (IP) de Paraguay, "h...