Hace cinco semanas, el número uno del conglomerado italiano, Mauro Moretti, se comprometió, en Roma, con el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, a resolver los defectos técnicos de los equipos. Entonces se acordó presentar una propuesta en 30 días.
Aquel plazo ya venció, pero la Embajada de Panamá en Italia no recibió la propuesta para finalmente poner en funcionamiento los radares.
Tras la primera reunión con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Varela se mostró confiado en que la etapa gris con Italia había acabado, pero precisó ante la prensa que si no se llegaba a un acuerdo con Finmeccanica se optaría por la vía legal.
Varela fue tajante y afirmó entonces que, ante las “serias deficiencias” que presentan siete radares ya instalados -de un total de 19 previstos en el contrato- solo cabían dos soluciones: o la empresa italiana restituye a Panamá el dinero que se pagó por los ineficaces equipos o los cambia por otros que tengan la capacidad de detección de las lanchas rápidas que usualmente utilizan los narcotraficantes para mover su mercancía.
Finmeccanica, en silencio
Finmeccanica guarda silencio sobre la situación de los radares que adquirió Panamá en el año 2010, bajo la administración del presidente Ricardo Martinelli.
La Prensa contactó ayer a ejecutivos de la empresa italiana sin obtener respuesta al respecto.
Tras hablar sin éxito con el portavoz de la empresa, este medio se presentó en las oficinas de la empresa en Roma. Allí preguntó directamente por el director de Asuntos Legales, Andrea Parrella, quien en noviembre pasado se reunió en Panamá –sin lograr acuerdo– con el ministro de Seguridad, Rodolfo Aguilera.
Igualmente, se solicitó entrevistar al responsable de Relaciones Exteriores de Finmeccanica, Federico Fabretti, también sin éxito.
En un primer momento, la secretaria avisó a La Prensa que Fabretti accedió a reunirse con los periodistas en la sede de Finmeccanica. Pero 10 minutos después la recepcionista indicó que, en realidad, no estaba en el edificio y pidió concertar una cita más adelante.
El coloso militar, controlado en un 30% por el Tesoro italiano, firmó –a través de sus filiales Selex Sistemi Integriti, Agusta y Telespazio– un acuerdo de venta directa de 19 radares, seis helicópteros y un mapa cartográfico digital, respectivamente, con Ricardo Martinelli, a través del que se intentó desviar hasta 25 millones de dólares en coimas.
El monto de las compras se pactó originalmente en unos 183 millones de dólares, según consta en tres resoluciones de Gabinete del 3 de agosto de 2010.
Por este caso se sentarán en el banquillo de los acusados del Tribunal de Roma, el próximo 24 de mayo, imputados por corrupción internacional, el ex director comercial de Finmeccanica Paolo Pozzessere y el intermediario entre los dos países, Valter Lavítola, ya condenado a tres años y 11 meses de prisión por extorsión y corrupción internacional en Panamá.
| FUENTE: Rolando Rodríguez B., Victoria Isabel Cardiel C. - http://prensa.com |
