Chan Hon Meng se ha convertido en el propietario del primer puesto de comida ambulante que posee la máxima distinción culinaria del mundo. En julio de este año, el señor Chan recibía una invitación para la cena de gala organizada por la Guía Michelin de Singapur. Entre espasmos de incredulidad, preguntó cómo era posible que se hubieran fijado en un modesto puesto callejero del barrio de Chinatown. "Juzgamos la cocina, no la dirección donde se encuentra", respondió el representante de la Guía Michelin.
Su recogida de la Estrella se convirtió en una reivindicación de los puestos callejeros y la sencillez gastronómica. Tras este oasis, al día siguiente Chan ya estaba de vuelta trabajando en los fogones. Aunque aparece en la primera Guía Michelin de Singapur, para él nada ha cambiado, su sueño sigue siendo dar a conocer la comida singapureña a los miles de turistas que cada día pasan por el pequeño Soya.
FUENTE: Carlos Muñoz - http://www.elmundo.es