Acusaciones de corrupción entre copartidarios e intentos de capitalizar ventajas políticas, es uno de los escenarios que vivió recientemente Panamá, donde sindicalistas y analistas alertan de crisis política y un posible golpe de Estado suave.Saúl Méndez, sehttp://eltiempo.com.vcretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) aseveró a Prensa Latina que Movin (Movimiento Independiente) está detrás de la componenda de asumir la Presidencia de manera velada a través de algunos de sus miembros que están actualmente en el gobierno.
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Ramón Fonseca, uno de los dueños de la firma legal Mossack-Fonseca, acusó el jueves al mandatario Juan Carlos Varela de recibir donaciones de la constructora Odebrecht para su campaña electoral en 2014 y de controlar la Corte Suprema de Justicia a través de la reelección de su presidente José Ayú Prado.
Fonseca fue minconsejero del actual gobierno y presidente encargado del oficialista Partido Panameñista, hasta que el escándalo Papeles de Panamá con su bufete como protagonista principal, lo obligó a renunciar a ambos cargos.
Días antes de las imputaciones contra Varela, Méndez denunció en la televisión local el intento de descalificar a la jefa del Ministerio Público (MP), Kenia Porcell, para sustituirla por alguien que no investigue, como parte de la estrategia del poder económico enmascarado en Movin, aseveró.
Por su parte, el Partido Revolucionario Democrático llamó a la Asamblea Nacional a investigar las donaciones a los candidatos de los últimos comicios, a partir de las acusaciones de Fonseca y conminó a sus diputados a fiscalizar los costos de las principales obras de infraestructuras de todas las administraciones.
En una primera reacción, tras negar recibir donaciones de la constructora brasilera, el presidente publicó parte de las aportaciones privadas a su campaña electoral y prometió completar el resto cuando la autentifique el Tribunal Electoral.
El analista José Blandón advirtió que, al igual que se hizo en Brasil el año pasado con Dilma Rouseff, poderosos sectores económicos panameños intentan derrocar al presidente, para apoderarse del poder político y eventualmente de todos las ramas del país.
También, en una muestra de fuerza y nivel de organización, Suntracs realizó manifestaciones con el cierre por una hora en las menos 16 arterias capitalinas principales, de forma simultánea, que dejó sin acción posible a los antimotines; la protesta se repitió en varias provincias.
Los reclamos se enfocaron en exigir que se investiguen a todos los involucrados en actos ilegales contra la economía sin importar partido político o posición social, alertar de los intentos desestabilizadores de grupos de poder y advertir que no admitirán impunidad.
FUENTE: Con información de Osvaldo Rodriguez Martinez - Prensa Latina
