El desequilibrio de la balanza comercial de Estados Unidos podría comenzar a reducirse gracias a una situación que no se veía desde hace 60 años: vuelve a ser un exportador neto de gas natural.Las exportaciones netas promediaron alrededor de 11 millones de metros cúbicos (400 millones de pies cúbicos) al día el año pasado, frente a unas importaciones netas de 50 millones en 2016, según Victoria Zaretskaya, analista de Washington para la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Un “aumento significativo previsto” en el gas natural enviado por gasoducto a México y un número creciente de envíos de gas natural licuado al resto del mundo debería garantizar una continuación de la tendencia, asegura Zaretskaya.
Actualmente Estados Unidos tiene una única instalación de exportación de GNL operando, la terminal Sabine Pass de Cheniere Energy Inc. en Luisiana. Se prevé que otras dos empiecen a operar este año.
“Nunca antes el mercado mundial de GNL había tenido volúmenes tan importantes como los volúmenes que se enviarán en los próximos tres años, principalmente desde Estados Unidos, lo que provocará un cambio fundamental en la comercialización y negociación mundial de GNL”, ha asegurado Zaretskaya.
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