El rechazo a las ratificaciones de las magistradas designadas por el presidente Juan Carlos Varela ha sido de tal magnitud que ni el pleno de la Asamblea pudo debatir las designaciones en las sesiones extraordinarias.La presencia de ministros de Estado, incluyendo a la vicepresidenta Isabel de Saint Malo, así como de fiscales del Ministerio Público, fue una señal de que el Gobierno intentó contrarrestar las críticas en contra de sus designadas que "llovieron" en los tres días de consulta ciudadana, que realizó la Comisión de Credenciales del Legislativo.
Según los diputados panameñistas, Zuleyka Moore y Ana Lucrecia Tovar hubieran pasado el primer filtro para su ratificación, que era Credenciales, pero en el Pleno la situación sería todo lo contrario, tras el rechazo anunciado por las bancadas del PRD y CD, que juntas son mayoría en la Asamblea.
Un nuevo capítulo comenzará a escribirse esta semana, cuando se inicia una nueva legislatura.
Correlación de fuerzas se activa en la Asamblea
Ahora, con el golpe que recibió el Ejecutivo tras no aprobarse la ratificación de las magistradas que designó, es que se nota el fraccionamiento que dejó el voto popular de 2014 al Órgano Legislativo.
Antes no fue evidente debido a que el Partido Panameñista estableció un pacto de gobernabilidad con el PRD, lo que le permitió controlar la Asamblea en los tres primeros periodos.
Y es la correlación de fuerzas la que ha incidido en que, en una ocasión anterior, otro gobierno haya tenido problemas para ubicar a los magistrados que designó en la Corte Suprema de Justicia.
El caso que más se recuerda es el de la administración de Mireya Moscoso. En un primer intento, ante una Asamblea que controlaba por un solo voto, intentó nombrar al expresidente Guillermo Endara, quien no llegó a ser magistrado.
Posteriormente, Moscoso sí pudo lograr la ratificación de Winston Spadafora y Alberto Cigarruista en un proceso en el que se denunció hasta sobornos.
FUENTE: Con información de http://panamaamerica.com.pa - (PULSE AQUÍ)
