Hace solo cuatro meses la OCDE esperaba un crecimiento del 1,8% para la economía de la eurozona en el conjunto del año y hoy ha rebajado esta estimación hasta el 1%, apenas la mitad. Esto significa que espera que la región se mantenga prácticamente estancada a lo largo del año. Y eso sobre la base de que se produce un ‘Brexit blando’ con un periodo de transición que se extienda hasta el final de 2020. De lo contrario, si se produce una salida caótica, Reino Unido se enfrentaría a una recesión y Europa entera sufriría una fuerte convulsión, alerta la OCDE.
La magnitud del recorte en las previsiones de crecimiento para Europa es tal que muestra la incertidumbre sobre la evolución a corto plazo de la actividad en la región. El Brexit es solo una de las dudas actuales, pero las elecciones al Parlamento Europeo, la guerra comercial o la caída de la confianza de los agentes económicos también pueden afectar gravemente al PIB. En este punto, ya nadie puede confirmar si el deterioro de la economía del continente terminará por provocar una crisis o si remontará en los próximos meses.
FUENTE: Con información de JAVIER G. JORRÍN - El Confidencial