Según el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García Castellón, Villarejo cobró a la familia Pérez-Maura más de siete millones de euros por sus supuestas gestiones para allanar sus problemas con la Justicia. Los investigadores sospechan que, entre esas maniobras, se encontrarían varias reuniones con Garzón para que este utilizara su influencia en Sudamérica y en parte de la judicatura española con el objetivo de desactivar la entrega del naviero y lograr el archivo de todos los procedimientos que le afectaban.
Las anotaciones y grabaciones intervenidas al comisario, analizadas por la Policía Nacional e incorporadas por el juez al sumario de la pieza sobre el proyecto PIT, también se refieren a Delgado, muy cercana a Garzón y que, en aquella época, era fiscal de la Audiencia Nacional, el organismo que debía decidir sobre la extradición de Pérez-Maura a Guatemala. Los investigadores no solo han localizado audios en los que el comisario se jacta de tener ascendencia sobre la ministra y Garzón, sino también otros indicios de contactos entre los tres que los vinculan igualmente con el proyecto PIT.
En concreto, los investigadores han incluido en un informe de 33 páginas fechado el pasado 22 de febrero, al que ha tenido acceso El Confidencial, un apunte efectuado por Villarejo el 3 de julio de 2017 —en plena ofensiva judicial contra el empresario— en que el policía anotó que al día siguiente iba a reunirse con la ministra y el exjuez: “Confirmada comida mañana. Vendrá por su parte BG [Baltasar Garzón] y Lola [Dolores Delgado]”. Junto a esas frases escribió la palabra 'Salas', uno de los nombres en clave que utilizaba para referirse al comisario Carlos Salamanca, investigado también en Tándem. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JOSÉ MARÍA OLMO - BEATRIZ PARERA - El Confidencial