Milos, Madrid
Ubicado en la calle Francisco Silvela, este restaurante es uno de los mejores representantes de la gastronomía griega de la capital. Y uno de los clásicos. Lo mejor es decantarse por su variedad de aperitivos para comenzar (hummus, tzatziki, hojaldre de espinacas, queso feta…); entre los principales no te puedes perder su pulpo al carbón, el cordero lechal a la miel o las berenjenas al horno. Aquí resulta obligatorio finalizar con el auténtico yogur griego auténtico servido con nueces y miel.
El Magraner Boig, Barcelona
En pleno barrio del Raval, con mesas de madera y rodeado de fotografías de escritores griegos, El Magraner Boig te envuelve en el verdadero ambiente de las tabernas helenas. Una completa selección de mezzes dan la bienvenida al comensal (buenísimos los pimientos verdes rellenos de queso feta al horno). Entre los principales sorprende el arnaki frikasé (cocido de cordero a la salsa blanca de limón y huevos, con lechuga, cebolleta tierna y hierbas aromáticas) o las albóndigas fritas con hierbabuena. Además de que los platos están ricos, los precios están ajustadísimos. También tienen carta de cócteles. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Carmela Díaz - El Confidencial