El testimonio de Corinna Larsen tuvo lugar el 19 de diciembre de 2018 en la sede de la Fiscalía de Ginebra, a la que acudió en compañía de sus dos abogados suizos y donde se la investiga por un presunto delito de blanqueo agravado de capitales, penado con hasta cinco años de cárcel. En Suiza, al igual que en España, las personas que acuden a declarar en calidad de investigados tienen el derecho a no decir la verdad. La Justicia española aguarda desde hace meses esta declaración —hasta ahora inédita—, que todavía no ha sido remitida a España ante la negativa de Larsen: la ley helvética permite que los investigados recurran el envío de sus declaraciones a otros países.
La declaración de Larsen es trascendental para el desarrollo de la investigación que se sigue en la Fiscalía del Tribunal Supremo contra el rey emérito por presuntos indicios de blanqueo de capitales y fraude fiscal. Este organismo investiga el presunto cobro de comisiones en la obra del AVE a La Meca (Arabia Saudí), que construyó un consorcio de empresas españolas. Juan Carlos I llevó a Ginebra en 2010, cuando todavía era jefe del Estado español, un maletín repleto de billetes, en total 1,7 millones de euros que puso en manos de su gestor Arturo Fasana. El dinero procedía de una entrega que había realizado el sultán de Bahréin al rey español, según desveló este diario en mayo. Posteriormente, en 2012, el rey emérito transfirió casi 65 millones de euros a Larsen. Fue Alejandro Luzón, fiscal jefe anticorrupción, quien solicitó a Bertossa la declaración de Larsen y la de los otros investigados en la causa suiza. Los indicios recabados por la Fiscalía Anticorrupción se han remitido al Supremo debido a la condición de aforado de Juan Carlos I. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JOSÉ MARÍA IRUJO - El País