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Un país sin remedio
Con resultados confusos,
con esperanzas inciertas,
las ilusiones abiertas
y todos patidifusos.
Siempre somos tan ilusos,
siempre esperando sorpresas,
limando las asperezas
y persiguiendo imposibles:
ciudadanos invencibles
imaginando certezas.
Petro ganó en las encuestas
y barrió en las elecciones.
Así son las decisiones,
más firmes que las apuestas.
Con estas cifras a cuestas
no hay que actuar a la ligera;
la situación verdadera
es un centro a la deriva,
una derecha cautiva
y el país quieto en primera.
La derecha hizo en su senda
una sutil triquiñuela
para darle manivela
a la próxima contienda.
Sus causas no tienen rienda:
fingen ser los perdedores
ante sus opositores
y así en la primera vuelta
sacar su carta encubierta
y resultar vencedores.
Está siendo cuestionado
el preconteo de los votos,
y es que hay algunos devotos
que cambian el resultado
cuando no es el de su agrado.
¿Podremos tal vez un día
aceptar con gallardía
las ideas diferentes?
¿Ser demócratas conscientes
y vivir en armonía? ->>Vea más...
FUENTE: Caminando por la décima – Los Danieles