La urgente compra de 365.000 pastillas de ácido acetilsalicílico (mejor conocidas por la marca “aspirina”) valoradas en ¢80 millones obligó a la Caja Costarricense de Seguro Social a pagar ¢27 millones en fletes aéreos. Para justificar el gasto, la urgencia debió ser mucha, pero el fármaco tardó varios meses en llegar a los dispensarios de la Caja desde la India, donde fue fabricado.
El caso ilustra cuánto hay de criticable en el manejo de la Gerencia de Logística de la institución.
En primer lugar, cuesta trabajo comprender la disminución de las existencias de un medicamento tan común. Para justificar la compra mediante el procedimiento de urgencia, sin observar los controles habituales, es necesario acreditar un peligro de desabastecimiento, pero una emergencia de esta naturaleza, con un medicamento de uso tan frecuente, no debería presentarse allí donde el inventario se maneje con la mínima diligencia.
La compra de urgencia procede cuando las existencias no alcancen para asegurar el abastecimiento durante dos meses. En la Caja, esa circunstancia se dio en 103 de las 335 compras de medicamentos ejecutadas entre enero y junio de este año. Casi se trata de la tercera parte de las adquisiciones, y esa circunstancia apunta a la primera de varias lecciones dramatizadas por el caso del ácido acetilsalicílico: las compras urgentes deben ser mucho menos frecuentes. Por eso debe mejorar el manejo de inventarios.
La segunda lección se relaciona con la ejecutoria. La Caja no logró abastecer sus farmacias con la prontitud requerida, pese al pago del millonario flete. El último lote de la compra “urgente” llegó a la institución ocho meses después de iniciado el trámite. El tiempo transcurrido habría permitido hacer la adquisición por los medios usuales.
En abril, la Caja contrató otra compra de medicamentos con la misma empresa farmacéutica, aunque sabía que la firma india no contaba con permisos de importación del Ministerio de Salud. En consecuencia, dice la auditoría de la institución, se agravó el desabastecimiento existente.
Hasta aquí, el caso parece una historia de costosa ineptitud, pero la tercera lección del episodio es la necesidad de mejorar el control ejercido sobre las labores del personal encargado de planificación y abastecimiento.
Alpha Pharma, la empresa proveedora de las pastillas, es una compañía vinculada con Seven Pharma, cuya subsidiaria Selah Medical Supply tiene como tesorera a la madre de un gestor de medicamentos de la Caja que intervino en la compra de las pastillas y en otras operaciones similares.
Este año y mediante el procedimiento de compras urgentes, Seven Pharma Ltd. hizo ventas por ¢171 millones a la Caja en el curso de seis meses. En el mismo período, Alpha Pharma Int. facturó ¢87 millones.
El gestor de medicamentos, Hans Vindas Céspedes, suspendido con goce de salario mientras duran las investigaciones, hace estudios de mercado para decidir a quién se compran los fármacos faltantes. Vindas dice saber poco de Selah, pese a la participación de su madre en la empresa. Ella no sabe mucho más y remitió a su hijo para ampliar la información.
En mayo, Vindas viajó a Hyderabad, capital de Andhra Pradesh, sede de Seven Pharma, pero dice haberlo hecho por turismo, sin saber de la relación de su madre con una empresa domiciliada en la ciudad y sin conocer a Murali Krishna Bheemireddy, el empresario indio vinculado con las empresas proveedoras.
Las “deficiencias e irregularidades” halladas hasta ahora por la auditoría de la Caja en las compras urgentes de medicinas justifican un esfuerzo sostenido de la Gerencia de Logística para afinar el manejo del inventario, perfeccionar los controles y mejorar la ejecutoria, todo con el fin de reducir el número de compras directas y las ampliaciones de contrato motivadas por la amenaza de desabastecimiento. La premura, sea producto de la mala planificación o de otros factores, crea condiciones de riesgo cuya existencia solo se justifica en situaciones excepcionales.
FUENTE: http://www.nacion.com
Páginas
martes, 13 de diciembre de 2011
El caso de los analgésicos costarricenses
LEA...
![]() |
LO + Leído...
-
Una vez más el nombre de la empresa PSA Panama International Terminal, S.A., a cargo de la operación de una terminal de contenedores en Rodm...
-
La francesa Annie Ernaux (Francia, 1940) lleva años en las quinielas y esta vez se cumplieron las apuestas que la daban como favorita para e...
-
¿Cuántas veces hemos podido ver ya el 'meme' de ese hombre negro con sombrero a cuadros, toalla turquesa al hombro y un miembro el...
-
El mundo de la gestión de activos está cambiando. Los gestores independientes empiezan a plantar cara a las grandes firmas. Uno de los mejor...
-
El consorcio IBT Group llegó a Panamá pisando fuerte y, al parecer, con importantes amigos, tras el triunfo de Ricardo Martinelli en las ele...
-
La firma de abogados Veleiro, Mihalitsianos & de la Espriella (VM&E) está compuesta por un grupo de jóvenes abogados que forman part...
-
El 26 de julio de 2010, IBT Group, con su filial Carimex –representado por el empresario cubano estadounidense Rogelio Oruña– recibió de m...
-
Todos los locales son iguales. Sobrios, discretos, de tonos oscuros y logotipos estilizados. Podría tratarse de cualquier negocio en cadena,...
-
Ni siquiera los jueces se libraban de ser espiados por el comisario Villarejo. El Confidencial ha tenido acceso a un informe policial que ex...
-
Por Daniel Coronell - Cabal no es la primera “conejeada” por el “presidente fundador” en uso de su poder ilimitado. Tampoco Zuluaga es su ve...





