Chile se ha visto convulsionado el último año debido al levantamiento de miles de estudiantes que reclaman educación pública, gratuita y de calidad, en el imperante sistema educativo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), al igual que su sistema de salud.
El actual sistema de servicios para la salud, instalaciones de diversas especialidades y personal médico es parte de la herencia del gobierno de facto; caracterizado por servicios desiguales, es decir, una atención de salud para ricos y otra para pobres.
El Estado contrajo la inversión pública en salud y creó el sistema privado, una medida promovida en plena dictadura por José Piñera, hermano del actual mandatario chileno, Sebastián Piñera.
El sistema de salud chileno está dividido en privado y público. El primero es cubierto a través del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y el segundo a través de Instituciones de Salud Previsional (Isapre), que es un seguro médico.
En teoría, Fonasa cubre el 70% de la población, mientras que Isapre 17,5%, aunque cada día son menos los que pueden costear el sistema privado y acuden a los servicios públicos, que en contraste, prestan un servicio cada vez más privatizado.
Además de estos dos subsistemas, hay otro porcentaje de la población que paga por la atención médica directamente de su bolsillo; y en un renglón especial está el servicio de salud de las Fuerzas Armadas.
En un artículo publicado en Rebelión por Eduardo Andrade Bone, los años de dictadura, la nueva administración de derecha, y los gobiernos de la coalición de partidos políticos más conocidos como la Concertación "que se declara ser de una tendencia de centro-izquierda, pero que en la realidad aplica políticas económicas y sociales de extrema derecha (ultra neoliberales)", se han caracterizado por brindar un muy mal servicio de atención a la salud, donde "los sectores sociales de menores ingresos suelen ser los más perjudicados".
Fonasa
A través de Fonasa se atienden principalmente a los sectores pobres del país, clase media baja y jubilados.
Este sector público se financia con impuestos generales y contribuciones obligatorias (todos los trabajadores están obligados a hacer una contribución al sistema de salud equivalente al 7% de su salario).
El Fonasa brinda servicios a través del Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS), que incluye hospitales y clínicas públicas, y el Sistema Municipal de Atención Primaria.
Una encuesta publicada el pasado mes de mayo, reveló que 76% de las personas pobres de Santiago, califican de "mala" o "muy mala" la calidad de la atención de salud en los distintos centros hospitalarios públicos.
El sondeo fue desarrollado por el investigador Marcelo Yáñez de la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez.
Las Isapre
De acuerdo a un artículo publicado por Pablo Paredes en El Quinto Poder de Chile, en septiembre de 2011, señala que las Isapre tienen un alto costo, por lo cual sólo personas de altos ingresos pueden acceder a estos seguros de salud.
Pero además genera otra segregación, "las Isapre chilenas obtienen sus utilidades a partir de las primas cobradas a sus clientes, de acuerdo a su nivel de riesgo esperado. De esta forma, una persona joven y sana enfrentará primas menores que personas de alto riesgo como ancianos, mujeres o enfermos crónicos. Esta lógica, de manera desregulada, provoca la evidente segregación del sistema de salud entre un servicio de alta calidad para aquellos que pueden pagar por su riesgo (jóvenes y sanos, o no tan jóvenes de mayores ingresos), y uno de menor calidad para aquellos que no pueden hacerlo".
El presidente de la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Salud (Confenats), Roberto Alarcón, los gobiernos de la Concertación, y en especial el de Ricardo Lagos, "se resumió en meterle plata de todos los chilenos a los privados (Isapre). También creó convenios para que se atiendan pacientes privados dentro de los hospitales públicos. Eso está ocurriendo ahora, más allá de las concesiones. Hoy la atención de salud ya está privatizada. Los médicos trabajan unas horas en los hospitales en la mañana, y todo lo que no alcanzan a hacer temprano, lo realizan en la tarde dentro del mismo hospital, pero con pacientes privados. Sus contratos son de 22 horas, no de 44 con el hospital público. Y el hospital presta toda la infraestructura y el equipamiento para el servicio a particulares."
Alarcón, citado por Andrés Figueroa Cornejo en Rebelión, señala que la última ley de la concertación, votada en enero de 2010 gran cantidad de hospitales importantes del país se convirtieron en empresas, puesto que se deben autogestionar. "El director del hospital ahora es un gerente que debe cumplir con ciertas metas por las que es evaluado permanentemente. Entonces debe producir con los propios enfermos. Esa es su materia prima. Si no, se cierra el establecimiento."
Agregó que además "los privados pueden meterse en la administración de los hospitales. Es decir, los privados están facultados para hacer funcionar el hospital; contratar gente, vender servicios, decidir cuántas camas van a particulares y cuántas a pacientes públicos. Además las empresas exigen encargarse de los servicios de lavandería, alimentación, laboratorio, farmacia, etc. Y de ahí a que se tomen toda la parte clínica hay un paso. Eso es lo más delicado".
Gasto de bolsillo
Existen chilenos que no se benefician de la atención a la salud por medio de Fonasa e Isapre, por lo que tienen que costear el gasto en esta área directamente de sus bolsillo.
Estos gastos incluyen exámenes, medicamentos, consultas médicas, y hospitalizaciones.
A través de esa vía, las familias chilenas aportan un total de 2,8% del PIB, esto equivale al 40% del total del gasto en salud.
El pago de estos servicios es alto, por ende afecta principalmente a personas con menos recursos.
Por otro lado, los Servicios de Salud de las Fuerzas Armadas, que beneficia a un 3% de la población, es financiado, al igual que Fonasa, por los impuestos generales.
FUENTE: Edgar Romero - AVN
Páginas
miércoles, 4 de julio de 2012
Chile y su desigual sistema de salud
LEA...
![]() |
LO + Leído...
-
Una vez más el nombre de la empresa PSA Panama International Terminal, S.A., a cargo de la operación de una terminal de contenedores en Rodm...
-
La francesa Annie Ernaux (Francia, 1940) lleva años en las quinielas y esta vez se cumplieron las apuestas que la daban como favorita para e...
-
El mundo de la gestión de activos está cambiando. Los gestores independientes empiezan a plantar cara a las grandes firmas. Uno de los mejor...
-
La firma de abogados Veleiro, Mihalitsianos & de la Espriella (VM&E) está compuesta por un grupo de jóvenes abogados que forman part...
-
¿Cuántas veces hemos podido ver ya el 'meme' de ese hombre negro con sombrero a cuadros, toalla turquesa al hombro y un miembro el...
-
El consorcio IBT Group llegó a Panamá pisando fuerte y, al parecer, con importantes amigos, tras el triunfo de Ricardo Martinelli en las ele...
-
Ni siquiera los jueces se libraban de ser espiados por el comisario Villarejo. El Confidencial ha tenido acceso a un informe policial que ex...
-
El 26 de julio de 2010, IBT Group, con su filial Carimex –representado por el empresario cubano estadounidense Rogelio Oruña– recibió de m...
-
Todos los locales son iguales. Sobrios, discretos, de tonos oscuros y logotipos estilizados. Podría tratarse de cualquier negocio en cadena,...
-
La Policía Nacional ha terminado de analizar las cuentas de Bandenia, un chiringuito financiero con domicilio en Las Rozas (Madrid) que pres...





