Según el análisis preliminar de las cajas negras del convoy, previo al descarrilamiento, el maquinista Francisco José Garzón recibió una llamada en su teléfono profesional por parte del personal de la compañía de ferrocarriles Renfe para indicarle el camino que había de seguir al llegar a la ciudad gallega de Ferrol (fin del trayecto), reseñó www.publico.es.
Por el contenido de la conversación y por el ruido de fondo, "parece que Garzón consulta un plano o algún documento similar en papel", precisa un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
El tren iba a una velocidad de 192 kilómetros por hora, y segundos antes del descarrilamiento en una curva cerrada se activó un freno, por lo que en el momento exacto en el que se salió de la vía circulaba a 153 kilómetros por hora, en una curva donde la velocidad máxima es de 80 kilómetros por hora.
Al momento del accidente, el tren procedía de Madrid, con 250 pasajeros a bordo.
Luego del accidente, Garzón, un experimentado profesional de 52 años, reconoció el domingo ante el juez circular a una velocidad muy superior a la permitida, reseñó Prensa Latina.
El conductor, que ha sido imputado de homicidio por imprudencia, afirmó que, pese a haber realizado en 60 ocasiones ese recorrido, confundió el tramo donde se encontraba y cuando comenzó a frenar era demasiado tarde.
FUENTE: AVN |