Durante el partido que Barcelona le ganó a Villarreal este domingo, un grupo de hinchas del “Submarino Amarillo” arrojó desde las gradas una banana a Dani Alves, sin imaginarse la respuesta del jugador brasileño. Antes de ejecutar un tiro de esquina, el defensor tomó la fruta del piso, la peló y se la comió, como si nada pasara.
Pese a que el jugador intentó responder el insulto con indiferencia, las redes sociales estallaron con comentarios en contra del racismo, y el propio Neymar, compañero de Alves en el club y la selección, se despachó en Instagram, donde subió una foto junto a su hijo, con una banana real y una de juguete, y un mensaje claro y contundente: “somos todos macacos, somos todos monos”.
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