La corporación con sede en Auburn Hills, en el Estado de Michigan, indicó que las unidades afectadas por esta campaña de revisión corresponden a los modelos Dodge Durango y Jeep Grand Cherokee fabricados entre 2013 y 2014.
Chrysler indicó que estas unidades pueden experimentar cortocircuitos eléctricos internos que podrían provocar que las luces de aviso de los airbags se iluminen, lo que puede derivar en que los airbags y los pretensores de los cinturones de seguridad queden deshabilitados.
La compañía estadounidense subrayó que por el momento no ha tenido conocimiento de que este defecto en sus vehículos haya ocasionado ningún accidente o lesiones en los ocupantes. La firma aseguró que se pondrá en contacto con los clientes afectados para revisar este eventual defecto.
FUENTE: EUROPA PRESS |