“Hasta ahora no estamos viendo que esa nueva relación entre los dos gobiernos haya significado algún tipo de mejora para la prensa independiente de Cuba. Así que estamos bastante alerta”, dijo Ricardo Trotti, director ejecutivo de la SIP desde enero pasado.
En esta ocasión, la asamblea también dedicará sus jornadas a examinar el auge del periodismo digital, las nuevas tecnologías, la monetización de las plataformas y el uso de internet para espiar, controlar y generar ciberataques por parte de los gobiernos. De todo ello habló Trotti con La Prensa.
“Los aparatos de gobierno han empezado a utilizar internet y también los sistemas de inteligencia como si fueran aparatos de espionaje para el propio gobierno. Hace poco fuimos a una misión con el presidente Juan Manuel Santos de Colombia, en la que le manifestamos el problema que han tenido a través del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Lo mismo está pasando en Argentina y que ha derivado en los problemas actuales que tiene el gobierno luego del asesinato del fiscal Alberto Nisman. Se han creado también varias primaveras informativas por el tema de las redes sociales e internet, pero vemos que los gobiernos también los utilizan para tener grupos de ciber-militantes para hacer campañas de desprestigio y buscar datos y data de las personas, invadiendo la privacidad, con tal de tener mayor control de quienes critican o se oponen al gobierno. Será importante ver los casos de Ecuador y Venezuela, que en los últimos meses han demandado a tuiteros y mandado a cerrar cuentas de Twitter y Facebook de gente que lo único que hacía era caricaturas del gobierno. Si bien internet ha traído un gran espacio de comunicación, también ha permitido a los gobiernos usarlo como un órgano de censura”.
En Panamá se han despenalizado los delitos de calumnia e injuria, pero la SIP se ha pronunciado sobre la hostilidad del gobierno a los periodistas, el cerco informativo, las restricciones a la información pública y la parcialización en la distribución de la publicidad estatal. ¿Cuáles son los mayores desafíos?
Gran parte de la prensa panameña ha sido una excelente fiscalizadora del poder. Eso conlleva ciertos riesgos. Tal vez todavía haya gente que termina siendo gobierno y que busca entorpecer el libre flujo informativo. Lo importante es no descuidar que en Panamá deje de haber una prensa libre e independiente, y denunciar continuamente los atropellos que pueden ser a través de los poderes Judicial, Ejecutivo o Legislativo, que siempre quieren coartar la información y blindar al gobierno de los graves casos de corrupción que destapa la prensa.
¿Hay futuro para el periodismo y los periodistas?
Todo el futuro. Hay voracidad por mayor información. Pero hay tanta información que debe haber filtros importantes, filtros que son precisamente los que establecen los periodistas y las redacciones. Ciertos gobiernos empiezan a imponer ellos las agendas, por eso vemos cómo Argentina, Venezuela y Ecuador, que en la última década los presidentes hablan hasta por los codos, hacen cadenas nacionales, pero en realidad es la forma que ellos tienen de no dar conferencias de prensa, de hacer propaganda, y lo hacen como una manera de establecer la agenda pública. Algunos medios han caído en pelear contra eso y no han hecho lo que los periodistas deben hacer, que es investigar y fiscalizar. Ese es el gran favor que le hacemos a la sociedad: plantear la agenda pública.
El presidente Juan Carlos Varela firmará la Declaración de Chapultepec sobre libertad de expresión. ¿Los mandatarios son muy dados a firmar esa declaración?
Nos alegra mucho que el presidente Varela vaya a estampar su firma. La declaración no es vinculante, como los principios de la CIDH o la OEA. La idea es comprometer a quien firma a asumir la responsabilidad de custodiar la libertad de prensa, garantizar la libertad de expresión como lo establece la Constitución. Una señal como la que envía Varela es importante. No todos los presidentes la han asumido. A no todos se lo hemos pedido. A presidentes como [Alberto] Fujimori o [Hugo] Chávez la SIP nunca les pidió que firmaran. Obviamente hay casos en que los tiros han salido por la culata. Si uno revisa la lista de gente que ha firmado y luego no cumple… Pero no hay que ser injustos. Hay presidentes que incluso se han comprometido más.
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