La situación de Marin, de 83 años, era la última que faltaba por resolver entre los siete directivos detenidos el 27 de mayo en Suiza durante el turbulento Congreso de la FIFA. Todos ellos, acusados de corrupción, deberán ahora rendir cuentas en Estados Unidos.
"Fue entregado en Zúrich a dos policías de Estados Unidos que lo acompañaron en su vuelo a Nueva York", señaló Folco Galli, portavoz del Ministerio de Justicia suizo.
Jefe del Comité Organizador del Mundial de Brasil 2014, Marin está acusado de haber aceptado y repartido millones de dólares en sobornos en relación con torneos disputados en América Latina y se enfrenta a cargos de crimen organizado.
Marín, quien sucedió a Ricardo Teixeira y presidió la CBF desde 2012 hasta su detención, se había opuesto en un primer momento a la extradición, pero la semana pasada se declaró de acuerdo con el proceso en una audiencia en Berna.
El único de los siete arrestados en mayo que ya declaró ante la Justicia estadounidense fue el ex vicepresidente de la FIFA Jeffrey Webb, que se declaró inocente.
Los otros cinco acusados de corrupción son Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel, Eduardo Li, Julio Rocha y Costas Takkas.
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