El líder de Podemos, Pablo Iglesias, descartó este lunes sumarse a una posible coalición de gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) si en ese pacto participa la agrupación de centroderecha Ciudadanos.Iglesias explicó que una hipotética alianza de su formación con el PSOE, como él propuso hace 10 días, no sería posible si incluyese a Ciudadanos (C’s), al que identificó con el inmovilismo del Partido Popular (PP), del presidente del Gobierno saliente, Mariano Rajoy.
En declaraciones a periodistas en la sede del Congreso de los Diputados recordó que el propio líder de C’s, Albert Rivera, excluyó tal acuerdo con Podemos, pues los programas de ambas agrupaciones, sobre todo en materia económica, son incompatibles, reconoció.
Instó al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, a responder a su propuesta de encabezar un ejecutivo junto a la formación emergente e Izquierda Unida (IU), en caso de que Rajoy no logre los apoyos necesarios para reelegirse.
Sánchez puede ser el presidente de un gobierno de cambio y progreso y estamos dispuestos a ayudarlo para superar todos los obstáculos que le están colocando en diversas instancias, enfatizó el joven profesor universitario.
Aludió no sólo a las presiones del PP y de C’s, sino también a las existentes dentro de las propias filas del PSOE, con voces contrarias a que su líder se asocie con Podemos.
En un golpe de efecto para contrarrestar esos recelos, Sánchez dijo el sábado ante el Comité Federal de su agrupación que consultará con las bases cualquier acuerdo con otras fuerzas políticas de cara a la constitución de un hipotético ejecutivo.
Con su postura contrapuso al máximo órgano de dirección con los militantes, consciente de que ningún dirigente regional se opondrá en público a rechazar la voluntad de las bases.
Su propuesta aboca a los dirigentes más críticos a aceptar lo que decida la militancia, inclinada a avalar pactos con partidos de izquierda como Podemos e IU.
Iglesias aseveró que la llamada formación morada no respaldará, ni por activa ni por pasiva, una alianza en la que figure Ciudadanos.
Las elecciones generales del pasado 20 de diciembre dejaron un Congreso muy fragmentado, con el PP sin la mayoría suficiente (176 escaños) para garantizar otros cuatro años de mandato.
En los comicios, populares y socialistas, que se alternaron en el poder durante las pasadas tres décadas, consiguieron preservar su condición de partidos mayoritarios, pero sin la hegemonía indispensable para gobernar en solitario.
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