Otras 18.000 personas de localidades cercanas han sido también evacuadas a centros al norte y sur de la ciudad, situada a unos 2.600 kilómetros al noroeste de Toronto y en la que viven miles de trabajadores del sector petrolífero canadiense, muchos de ellos extranjeros.
Las inusitadas altas temperaturas y los fuertes vientos están alimentando el fuego forestal que se inició en la noche del domingo en los alrededores de Fort McMurray, en el corazón petrolero de Canadá, y que ayer cambió de dirección y se dirigió hacia la población.
Los últimos datos revelados por las autoridades de la provincia de Alberta, donde se sitúa Ford McMurray, indican que unos 1.600 edificios de la localidad han sido consumidos por las llamas, que milagrosamente no han causado víctimas o heridos graves.
Además, el aeropuerto de la ciudad suspendió hoy todos los vuelos comerciales ante la amenaza de las llamas.
El jefe de bomberos de Fort McMurray, Darby Allen, calificó este miércoles de "catastrófico" el incendio que, de momento, ha consumido ya 10.000 hectáreas de bosque.
"Hemos evacuado con éxito a 88.000 personas. Nadie ha resultado herido y nadie ha muerto. Realmente, espero que podamos terminar el día y podamos seguir diciendo esto", declaró Allen durante una rueda de prensa.
El jefe de bomberos señaló que sus colegas consiguieron extinguir a primera mañana de hoy todos los incendios de estructuras en Fort McMurray, pero advirtió que las condiciones meteorológicas hacen imposible predecir si las llamas volverán a la ciudad.
De momento, el fuego ha consumido el 80 % de uno de los vecindarios, Beacon Hill, en el suroeste, y las llamas han causado daños en otras partes de la ciudad, pero el centro de la localidad se ha salvado.
Las autoridades de Ontario, la principal provincia de Canadá, anunciaron hoy el envío de 100 bomberos especializados en la lucha contra incendios forestales y otras 19 personas de apoyo.
Ayuda
Otras jurisdicciones del país también se han comprometido a enviar recursos materiales y humanos para luchar contra las llamas.
Alberta solicitó hoy al Gobierno canadiense el envío de personal militar para ayudar en el desastre, la mayor evacuación en la historia de la provincia, pero los primeros uniformados solo tienen previsto llegar hasta dentro de dos días.
Además de las tareas para extinguir las llamas, la principal preocupación de las autoridades es alojar a las decenas de miles de personas desplazadas por el incendio.
Durante gran parte del día de ayer, la única ruta de escape de Fort McMurray era la autopista 63 hacia el norte de Alberta, donde sólo existen explotaciones petrolíferas.
Las compañías petroleras están permitiendo que los evacuados se alojen en los campamentos habilitados en la región para los trabajadores temporales empleados en sus operaciones.
Pero el grueso de los evacuados ha podido dirigirse a Edmonton, la capital de Alberta, situada a unos 430 kilómetros al sur de Fort McMurray, gracias a que la autopista 63 en dirección sur fue abierta a últimas horas de ayer cuando las llamas se alejaron de la carretera.
Mientras, la polémica ha estallado después de que la líder del Partido Verde de Canadá, la diputada Elizabeth May, vinculara el incendio de Fort McMurray con el cambio climático.
Las palabras de May fueron rápidamente criticadas por grupos conservadores canadienses, especialmente en Alberta, provincia que depende totalmente de la producción de petróleo.
Alberta, que hasta el año pasado estuvo gobernada durante más de 40 años de forma consecutiva por gobiernos conservadores que han negado el vínculo entre la actividad industrial humana y el cambio climático, se ha opuesto tradicionalmente a medidas para poner precio a las emisiones de dióxido de carbono.
Tras las declaraciones de May, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que no es apropiado en estos momentos mantener ese debate.
"Algo que sabemos es que el cambio climático traerá sucesos (meteorológicos) más extremos", dijo Trudeau durante una rueda de prensa.
"Pero sabemos bien que vincular directamente cualquier incendio o inundación con el cambio climático va más allá de lo que es útil y no beneficia la conversación que tenemos que mantener", añadió el primer ministro.
FUENTE: EFE - http://www.lavoz.com.ar