El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, informó este jueves que el ente regional velará para que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tenga garantizado su legítimo derecho a la defensa durante el juicio aprobado por el Senado brasileño."No es nuestra tarea reconocer o desconocer gobiernos, pero sí vamos a ser muy cautelosos, vamos a estar con los ojos muy abiertos para que se garantice el derecho de la presidenta de defenderse", expresó Samper entrevistado por Telesur desde la sede de la Unasur, localizada en Quito, capital de Ecuador.
Las declaraciones del secretario general fueron posteriores a una rueda de prensa, en la que el bloque regional se pronunció sobre el juicio político contra Rousseff, que implica la suspensión en el cargo durante seis meses mientras se lleva a cabo el proceso.
"Esperamos que en esta etapa que se abre, en este tempestuoso período, en la cual se va a juzgar la conducta de la presidenta formalmente, se respete su derecho a la legítima defensa, se ponderen los argumentos que existen en favor de su inocencia, (porque) la presunción de inocencia es un derecho universal", señaló Samper.
Por lo cual, alertó que si el llamado impeachment continúa en las circunstancias actuales, "podríamos llegar a una ruptura" democrática que deberá ser evaluada por los países miembros de la Unasur, para así dilucidar si se aplica la cláusula democrática.
"Que el derecho a la legítima defensa sea real, porque de lo contrario, estaríamos asistiendo allí sí, a una ruptura de la continuidad democrática, por cuenta de un juicio político que tiene más de linchamiento mediático que otra cosa", estimó.
Este jueves los senadores decidieron (con 55 votos a favor, 22 en contra y una abstención) separar de su cargo a la jefa de Estado por 180 días, para así iniciar el juicio político en su contra.
Se prevé que el juicio contra la dignataria comience a mediados de este mes. De encontrarla inocente, retomará sus funciones, en caso contrario será reemplazada hasta el fin de su mandato pautado para 2018.
Sobre la concatenación de los acontecimientos, Samper manifestó: "Hemos hecho un seguimiento cercano y creemos que lo que hubo fue una simple configuración de una mayoría parlamentaria para sacar a la presidenta del poder", a lo que agregó: "No hay una sola imputación que comprometa su conducta personal".
Golpes pasivos
El secretario general de la Unasur apuntó que hay poderes fácticos en la región, encargados en desestabilizar y promover otro tipo de golpes de Estado, ya no amparados en la fuerza militar, sino en el fuelle mediático y financiero.
"La región no está amenazada ya por posibles golpes militares, sorpresivas y violentas maneras de tumbar a los presidentes, pero sí hay unos poderes fácticos que en este momento están representados por grupos económicos que están litigando en función de sus intereses, algunos medios de comunicación, jueces que han judicializado la política, organizaciones no gubernamentales internacionales que vienen a pescar en río revuelto, en nuestras propias dificultades, agencias calificadoras de riesgo que se dan el lujo de satanizar y estigmatizar países, desarrollando en los países las circunstancias que ellos mismos crean, al descalificarlos internacionalmente", detalló.
Samper tildó de "golpes pasivos" estos intentos por envilecer la voluntad popular, lo que influye de manera negativa las condiciones de gobernabilidad en la región.
La acusación central contra Rousseff, para justificar el juicio político, es la supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015, una falta que no ha sido probada y que además no constituye un crimen de responsabilidad, una condición sine qua non (condición sin la cual no), exigida por la Constitución brasileña para desarrollar un impeachment.
FUENTE: AVN
