
"La policía supo que el atacante tenía rehenes, así que dispararon a matar", ha declarado Beuth. "La policía recibió una llamada de emergencia a las 2:45 de la tarde. La persona que llamaba dijo que había un enmascarado armado con un arma de gran calibre. No está claro si era un arma verdadera. Esta persona escuchó cuatro disparos y dijo que el enmascarado parecía algo inestable mentalmente. Se llamó a las fuerzas especiales de la policía", ha explicado el Ministro.
El hombre, pertrechado con un arma de fuego y el rostro cubierto y con un cinturón de municiones al hombro, entró en un complejo de salas de cine denominado Kinopolis del centro comercial Rhein-Neckar, según el televisión pública del Land de Hesse. Las fuerzas especiales de la policía alemana rodearon poco después el establecimiento y establecieron un perímetro de seguridad, incluyendo la presencia de un helicóptero en el lugar de los hechos. Poco después, penetraron en el recinto utilizando gases lacrimógenos. Algunas de las personas que se encontraban en el recinto podrían haber sido afectadas por estos gases.
Un empleado de los multicines llamado Guri Blakaj ha declarado a la agencia Reuters que el asaltante parecía tener entre 18 y 25 metros y medía 1,70 metros. Al entrar en el edificio les dijo a los trabajadores del que se metiesen en una oficina, donde les encerró. Después se metió en una de las salas, desde donde pudieron oír algunos disparos. En ese momento, según Blakaj, había 6 trabajadores y una treintena de espectadores en el edificio.
FUENTE: http://www.elconfidencial.com