Además de cuidar en época de Carnaval a las dos hijas de la exviceministra del Mides, Zulema Sucre, su antiguo guardaespaldas, Bernal Marino Zúñiga, debía llevarlas de rumba, todos los fines de semana.Bernal, uno de los tres escoltas destituidos del Mides, por negarse a pasear a un perro de raza yorkshire terrier, propiedad de Zulema Sucre y que le costó $2,000 dólares, contó que los últimos seis meses, que trabajó como subalterno de la exfuncionaria, fue asignado exclusivamente a la seguridad de las dos menores de edad.
Antes, había laburado seis meses como escolta personal de Sucre, que actualmente es investigada por presunto peculado de uso.
Este escolta, de más de 20 años de experiencia, junto a otros tres colegas suyos, denunciaron hace algunos meses, una serie de posibles irregularidades, cometidas por la entonces viceministra del Mides, Zulema Sucre.Entre las querellas, según los escoltas, se repetía al abuso de autoridad, la extralimitación de funciones y hasta violación a sus derechos humanos.
Respecto a este último punto, Bernal asegura que le tocaba cuidar a las dos hijas de Sucre, después de su horario regular.
Su rutina, era llevarlas y recogerlas del colegio de lunes a viernes, pero los fines de semana, la responsabilidad aumentaba, por el hecho de tratarse de las hijas de un funcionario público; es decir, que el riesgo era mayor, comenta Bernal.
Esto ocurría casi todos los fines de semana, que se supone eran días con horarios flexibles o de jornadas libres, cuenta la fuente.
"Yo tenía que cuidarlas los jueves y los viernes desde las 8:00 de la noche hasta las dos de la mañana. De sábado para domingo, el horario se extendía hasta las 4:00 de la madrugada; eran sus días de parking", narró el escolta.
Por lo general, las jornadas del escolta que estaba de turno empezaba a las 6:00 de la mañana, "pero no se sabía cuando terminaban"...
Marino detalló que durante esos seis meses, "metiendo horas extras", acumuló ciento ocho días compensatorios, debido a que cumplidas sus primeras ocho horas de trabajo, sus extras incrementaban.
Tras destaparse el escándalo de Gucci, el escolta logró que el Mides le pagara todas las horas que había laborado fuera de su horario regular, para cuidar a las hijas de la exviceministra cuando se iban de rumba.
Sus fuertes diferencias por oponerse a pasear un perro y su amenaza de llevar las fotos y los videos a los medios de comunicación, provocó la ira de Sucre que solicitó a sus superiores terminar la relación laboral con Marino y otros dos escoltas.
Estos tres ciudadanos esperan un pronunciamiento de las autoridades judiciales tras hacer una denuncia formal, sin embargo, la exfuncionaria aún no ha sido llamada a declarar.
Por último, aseguran que fueron destituidos injustamente y tienen la esperanza de ser reintegrados ya que actualmente se encuentran sin trabajo.
FUENTE: José Chacón - http://www.panamaamerica.com.pa
