
Cuando el pasado 28 de octubre la caravana presidencial se dirigía al Club Nacional de Golf que el mandatario posee en Virginia (EE.UU.), esta ciclista 'saludó' con su dedo medio y, con ese gesto "obsceno", violó la política de redes sociales de su compañía.

Briskman, que realizó labores de mercadeo y comunicación para esa contratista del Gobierno durante seis meses, asegura que ningún contenido de sus cuentas en redes sociales la vinculaba con la firma.
Esta mujer no se arrepiente de los hechos y está feliz de ser una imagen de protesta para muchos estadounidenses, porque "estoy enojada por dónde se encuentra nuestro país en este momento" y "fue una oportunidad de decir algo".
FUENTE: Con información de Actualidad RT