En lo que se refiere al móvil por el que la mujer mató a Gabriel, los agentes han dicho que "la razón posiblemente solo está en la mente de la persona que lo realiza, pero hay un hecho muy evidente, y es que para Ángel su hijo era lo más importante". De esta manera, los investigadores apuntan a que la principal hipótesis es que acabara con su vida por celos, pero reconocen que en un primer momento barajaron que se tratara de un secuestro y que el móvil fuera económico.
El instituto armado considera por tanto que Ana Julia Quezada habría mentido en su confesión, ya que ella alegó este martes que acabó con la vida de Gabriel después de que el niño la insultara e intentara agredirla con un hacha. "Jamás habría actuado Gabriel como ella dice que actuó. Era un niño educado en el amor y en el respeto", ha asegurado de forma tajante Juan Jesús Reina, comandante de la UCO. Preguntado sobre por qué no se detuvo antes a la principal sospechosa, Reina ha insistido en que su obsesión siempre fue encontrar al pequeño con vida. "Sabíamos que ella podía haber participado, pero teníamos que ir con mucho cuidado porque cualquier movimiento podía dar un resultado fatídico". Sin embargo, el 11 de marzo se confirmó su mayor temor cuando encontraron el cuerpo del niño en el maletero del coche de Quezada. "Quien no lloró de nuestro equipo en el momento del hallazgo, lo hizo después".
El comandante ha profundizado también en el comportamiento de Quezada durante la búsqueda, afirmando que desde el primer día mostró una actitud extraña: "Ha hecho una farsa delante de los medios, ha hecho una farsa cada vez que decía a alguien que fuera a buscar con ella... Todo formaba parte de un intento de desviar la atención". En este sentido, el comandante ha subrayado el momento en que la familia barajó la posibilidad de aumentar la recompensa para quien ofreciese información relevante sobre el paradero del pequeño, idea que la sospechosa respaldó. "Egocéntrica, manipuladora, posesiva", ha dicho Reina, apuntando además a que tenía "ambición económica". De todos modos, dicha hipótesis perdió peso tras los resultados de la autopsia, ya que esta confirmó que el niño murió por asfixia el mismo día que desapareció, lo que descartaría que se tratara de un secuestro.
José Hernández Mosquera, coronel en Almería, ha agradecido a su vez la colaboración de las 5.000 personas que participaron en la búsqueda, pero ha reconocido que desde el principio se sospechó que el niño no se había perdido, sino que alguien se lo había llevado. "Las primeras líneas de investigación ya se enfocaron en la familia y teníamos la figura de Ana estudiada, puesto que contábamos con información sobre su pasado en Burgos. Durante estos primeros días, ya detectamos ciertas anomalías en torno a ella. Pero el surgir de la camiseta [con ADN de Gabriel] el 3 de marzo se convirtió en un hito fundamental y coge fuerza la línea de investigación sobre Ana [tras constatarse que la había encontrado ella]", ha explicado Hernández, apuntando que junto al lugar donde apareció la prenda vivía además un exnovio de la sospechosa. "Más que cebos, muchas veces lo que intentamos es dejarla suelta para que ella nos llevara a donde estaba Gabriel", ha señalado.
Las sospechas de la Guardia Civil en torno a Ana Julia Quezada terminaron por confirmarse el 11 de marzo, cuando vieron cómo la mujer se dirigía hacia la finca de Rodalquilar, propiedad del padre de Gabriel. "Ese día no lo hace como en los casos anteriores, que siempre iba acompañada. Ese día va sola y entonces saca del jardín unos tablones, unas piedras, y vemos cómo desentierra de un agujero un cuerpo de una persona menuda que puede encajar con Gabriel. Lo mete en el maletero y sale ella sola en dirección a la localidad de Almería. Pasa Almería y llega hasta Vícar, donde el equipo de seguimiento la detuvo", ha señalado Hernández. Una vez arrestada, los agentes miraron en el maletero, donde se encontró "el cuerpo de Gabriel semidesnudo, solo con el calzoncillo puesto". En este sentido, Hernández no ha querido profundizar en las razones por las que Quezada habría desnudado al niño antes de deshacerse de su cuerpo.
Un día después de encontrar el cadáver de Gabriel, los agentes conocieron los resultados de la autopsia, que confirmaron que la muerte se produjo el 27 de febrero por asfixia. "Entonces se le interroga a Ana y confiesa la autoría del crimen y nos dice también que había arrojado la ropa en un contenedor de vidrio, donde efectivamente ahí estaba". Tras conocer su versión de los hechos, los agentes la trasladaron hasta la finca de Rodalquilar y ella les enseñó "un agujero" que había hecho "para ocultar el cuerpo", lugar en el que "en principio permaneció" Gabriel desde el 27 de febrero hasta el 11 de marzo.
FUENTE: Con información de PABLO GABILONDO - https://www.elconfidencial.com - (PULSE AQUÍ)