Trump, cuya relación con sus vecinos del sur ha estado marcada por sus diatribas contra la inmigración ilegal y prácticas comerciales que considera perjudiciales para los trabajadores estadounidenses, participará en la Cumbre de las Américas en Lima el viernes 13 y sábado 14, y visitará Colombia, tradicional aliado de Washington, el domingo 15.
Durante el periplo se enfocará en “demostrar el liderazgo de Estados Unidos con relación a Venezuela” y “la necesidad de volver a la democracia” en ese país, dijo a periodistas un alto funcionario de la administración Trump.
Washington considera la Venezuela de Maduro “una dictadura” y ve las elecciones de mayo como una maniobra del mandatario para perpetuarse en el poder, tras “diezmar” la economía de la potencia petrolera y forzar “la huida” de cientos de miles de venezolanos por la escasez de alimentos y medicinas.
La situación en Venezuela, donde para este año el FMI prevé una inflación de hasta 13.000% y expertos estiman la salida de 1,7 millones de personas, ya marcó las giras latinoamericanas del vicepresidente Mike Pence el año pasado y del exsecretario de Estado, Rex Tillerson, en febrero.
“Es el problema más acuciante de este hemisferio en este momento”, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado al comentar las prioridades de Washington en Lima.
¿Aumentarán las sanciones?
Estados Unidos ya aplicó numerosas sanciones económicas contra Maduro y funcionarios o exfuncionarios de su gobierno, acusándolos de corrupción, además de prohibir a entidades estadounidenses comprar deuda del Estado venezolano o de su petrolera PDVSA, así como negociar el petro, la criptomoneda lanzada por Caracas.
“No anticipamos ningún nuevo anuncio en la Cumbre de las Américas”, dijo un alto funcionario del gobierno, pero pronosticó “más pasos de Estados Unidos para castigar tanto a Maduro como a sus secuaces” en los próximos meses.
Y confió en que la región siga el “gran ejemplo” de Panamá en la adopción de sanciones económicas, como ya lo hicieron también Canadá y países europeos. También destacó que Costa Rica haya adoptado medidas contra militares venezolanos por lavado de dinero y otros delitos.
Un embargo petrolero de Estados Unidos, catastrófico para Venezuela según analistas, no parece estar entre las opciones inmediatas.
Tampoco suena inminente una intervención militar estadounidense, algo que Trump evocó meses atrás y que puede ser una opción más posible con la llegada de “halcones” a la Casa Blanca, como el asesor de seguridad nacional John Bolton.
Lo que seguro surja en las conversaciones bilaterales, en particular con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, es la ayuda de Washington para enfrentar la oleada de migrantes. Para mediados de año, se prevé que más de un millón de venezolanos hayan ingresado a Colombia desde 2017.
La Casa Blanca dijo que estudia cómo incrementar los 2.5 millones de dólares que la Agencia Estadounidense para Desarrollo Internacional (USAID) dispuso ya para apoyar a esos venezolanos en territorio colombiano.
La visita de Trump a Colombia “es una forma de dramatizar la crisis de Venezuela”, destacó Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano.
FUENTE: Agencias - http://new.hch.tv