
Ribó ha allanado el camino al presidente de la Generalitat, Quim Torra, para que retire los lazos amarillos de los edificios públicos de la administración catalana. Así el Govern evita su responsabilidad y la descarga en el Síndic de Greuges, una entidad que no tendría competencias al respecto. Era lo esperado. Torra se rebela por unos días pero después acata la orden de la Junta Electoral simulando que lo que hace es seguir la recomendación del Síndic. Pura política catalana.
El Síndic limita la retirada de los lazos al período electoral pero aún así da la razón a la Junta Electoral y no a la Generalitat. “El Síndic coincide en este caso con el argumentario de la JEC y apela a la necesidad excepcional de preservar escrupulosamente la neutralidad ideológica de los poderes públicos durante el periodo electoral”, se asegura en el comunicado. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de MARCOS LAMELAS - El Confidencial