Para el historiador K. M. de Silva, el temor de los cingaleses se explicaría por su condición de comunidad mayoritaria con complejo de minoría perseguida y amenazada a lo largo de los siglos. Separada de la costa sur de India por el delgado estrecho de Palk, Sri Lanka ha sido a lo largo de su historia saqueada por sucesivas oleadas de invasores tamiles hindúes, procedentes del sur de la India, que enriquecieron las arcas de sus dinastías con los tesoros de las ciudades budistas. El otro elemento identitario cingalés es la religión budista, erradicada de India, de donde surgió, y que encontró refugio en el interior de Sri Lanka. De ahí el orgullo de preservar una cultura distintiva frente a la amenaza que representaba el poderoso país vecino.
Por su parte, la minoritaria comunidad tamil hindú, originaria del sur de India y asentada a lo largo de los siglos en el noroeste, tendría, a la inversa de los cingaleses, un complejo de mayoría. Convencidos de poseer una poderosa cultura respaldada por más de 1.000 millones de correligionarios. El origen del conflicto entre el Gobierno y los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE, también conocidos como los Tigres Tamiles), uno de los más prolongados en Asia, se explicaría desde este marco. Los Tigres Tamiles fueron célebres por ser los pioneros en el terrorismo suicida moderno, así como por la utilización de civiles como escudos humanos y de niños en los combates. En 2009, la muerte de su dirigente, Vellupillai Prabhakaran, marcó el fin de la guerra y la derrota del grupo separatista. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de EVA BORREGUERO - El País